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16 enero 2020
Posteado en : Entrevista
''A pesar de que nos dieron muchas recomendaciones, cuando llegas a Turquía para vivir es como venir de nuevas''
Ángel Vicente López Muriel, coordinador del proyecto Twinning ‘Mejor gestión de terroristas y delincuentes peligrosos en las cárceles y prevención de la radicalización‘, que se desarrolla en Turquía, nos cuenta cómo está siendo su experiencia como expatriado de la FIIAPP, su adaptación a Turquía y su rutina diaria en el país.
¿Qué ha sido lo que más te ha costado y lo que menos?
Lo que más me ha costado ha sido sacarme el carnet de residencia. Que si esta documentación, que si la otra, que este despacho, que el otro. Y finalmente te das cuenta de que es un país de influencias.
Lo que menos, pasear por las calles de Ankara. Tienes una sensación de seguridad importante. Puedes dejar tranquilamente la cartera o el móvil encima de la mesa y cuando regresas siguen ahí y eso no se percibe en muchas ciudades españolas.
¿Es tu primera experiencia fuera de España?; ¿Está siendo muy diferente a las anteriores?
He estado viviendo en Francia durante muchos años. Turquía es más parecida a España en el carácter de sus gentes que Francia. Sin embargo, las ciudades españolas se parecen más a las francesas. Pienso que a Turquía le queda un poco para estar al nivel de Europa, por supuesto en lo que a las grandes ciudades se refiere.
¿Cómo es tu trabajo y tu día a día?; ¿Es muy diferente a la rutina que llevabas en España?
El trabajo de oficina es parecido en cuanto al trabajo administrativo con la diferencia que aquí todo se focaliza sobre el proyecto y que siempre tenemos sobre nuestra cabeza los límites temporales. Y otra diferencia importante es que tenemos que gestionar las relaciones con los beneficiarios (con lo que a costumbre se refiere e idiomas) y luego además las de los beneficiarios con los expertos y los participantes en el proyecto.
¿Cómo es la relación con los compañeros y con la FIIAPP?
Pues a pesar de que antes de salir para Turquía, nos dieron muchas instrucciones y recomendaciones, cuando llegas a Turquía para vivir es como venir de nuevas. Nada prácticamente es igual a lo hablado, pues siempre hay un último cambio en cualquier gestión que trastoca el proceso, por ejemplo, la gestión de los teléfonos en la que tenemos que pagar tasas, la del permiso de residencia, etc.
En cuanto a la gestión del proyecto, existe alguna problemática que debería ser gestionada por la FIIAPP directamente con Bruselas ya que la CFCU que se encarga de la gestión administrativa del proyecto pone muchos impedimentos y aplica el manual de hermanamiento con su propio criterio.
La relación con los demás RTA es inmejorable, compartimos problemas que entre todos procuramos gestionar y solucionar.
¿Cómo valoras tu experiencia de trabajar como expatriado de la FIIAPP?
En coherencia con lo dicho anteriormente, FIIAPP nos aporta el apoyo logístico muy importante para la marcha del proyecto. Sin embargo, la gestión de problemas que planteamos, que con una llamada a los responsables de la EU podría solucionarse, no se lleva a cabo.
¿Alguna experiencia o anécdota que resaltar de tu llegada/adaptación al país?
La anécdota es cuando vas a cortarte el pelo por primera vez. Si eres una persona muy exigente con el corte de pelo tendrás que armarte de paciencia y elegir adecuadamente la peluquería. La primera vez que me corté el pelo, cuando salí no me quedó más remedio que taparme con la capucha.