-
16 septiembre 2022
Posteado en : Opinión
Los agentes de policía pueden desarrollar problemas de salud mental y física debido a los traumas a los que se enfrentan durante su carrera. Entender y aprender a gestionar el estrés permite prevenir, reconocer o evitar malas conductas que perjudican la confianza de la ciudadanía hacia las fuerzas del estado. ¿Cómo se aborda la salud mental en las fuerzas de seguridad?
Valentina Salvato, técnica del proyecto Apoyo a la policía de proximidad en el Líbano coliderado por la FIIAPP, reflexiona sobre la importancia de prestar atención a la salud mental en policías y a la acción que desarrolla el proyecto a través de diversas formaciones con esta finalidad.
¿Por qué es necesario este enfoque?
Ser policía significa exponerse a diario a eventos traumáticos que pueden poner en peligro su propia vida: accidentes, violencia, situaciones críticas y de emergencias, catástrofes naturales… Todo ello conlleva riesgos que pueden afectar la salud mental de cualquier persona. Además, debemos tener en cuenta el contexto actual del Líbano, un país afectado por una grave crisis política, económica y financiera sin precedentes y una serie de eventos traumáticos – las manifestaciones de octubre 2019, la explosión del puerto de Beirut en agosto de 2020 y la consecuente agudización de la pandemia Covid-19- que han generado un impacto directo en la vida de los ciudadanos, en su comportamiento, su estabilidad psicológica y su salud mental.
¿Cómo abordamos la salud mental dentro de las fuerzas de seguridad?
Desde el proyecto Apoyo a la policía de proximidad en Líbano, buscamos arrojar luz sobre el tema de la salud mental en las fuerzas de seguridad: un problema que, a menudo, es ignorado, desconocido o incluso rechazado. Sin embargo, lo cierto es que los policías pueden desarrollar problemas de salud mental y física debido a los traumas a los que se enfrentan durante su carrera. Entender y aprender a gestionar el estrés permite prevenir, reconocer o evitar malas conductas que perjudican la confianza de la ciudadanía hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad. Tal y como apunta el inspector jefe de la Policía Nacional española y director del proyecto, Joaquín Plasencia García, «si un policía pierde la confianza del ciudadano, lo pierde todo».
Por eso, brindamos apoyo a la policía libanesa con el fin de poner marcha una estrategia preventiva y psicoeducativa con herramientas y metodologías psicológicas para prevenir, proteger, y resolver posibles situaciones de estrés.
Gracias a las formaciones que hemos ofrecido en el Líbano, como la última en la Academia de las Fuerzas de Seguridad Interna (Aramoun), 63 oficiales de policía han recibido herramientas para prevenir y enfrentar situaciones de estrés, de resolución de conflicto, ansiedad y trastorno de estrés postraumático, depresión, gestión de la ira o control de las emociones. Una formación en salud mental que es, a la vez, una excelente forma de prevención primaria, puesto que aumenta los conocimientos, la concienciación y la capacidad de recuperación de todos los agentes, consiguiendo un impacto directo en la atención a la ciudadanía, ya que reduce y evita episodios de malas conductas en las fuerzas de seguridad.
Cuidando del bienestar de quien nos cuida, los ciudadanos obtienen una mejor atención y servicio.
-
18 julio 2021
Posteado en : Opinión
El Líbano atraviesa un momento complejo de crisis e inestabilidad. Desde FIIAPP trabajamos con las instituciones del país para apoyar un modelo de policía de proximidad que trabaje con la ciudadanía respetando los derechos humanos y el estado de derecho. Consuelo Navarro, coordinadora del proyecto “Apoyo a la policía de proximidad en el Líbano” y Laia Castells, experta en Derechos Humanos del proyecto, nos relatan la situación actual del país y los avances del proyecto para impulsar la cooperación a pesar de las circunstancias.
El proyecto de la FIIAPP y CIVIPOL “Promoting Community Policing in Lebanon” avanza según la planificación prevista, a pesar de las muchas dificultades y retos que actualmente afronta el Líbano.
La crisis política, económica y social continúa cerniéndose en el Líbano, y como consecuencia del plan de reducciones lanzado por el Gobierno, los productos básicos han ido aumentando sus precios drásticamente y la grave crisis eléctrica causada por la falta de reservas de gas y petróleo, mantienen al país sumido en una recesión económica cada vez más preocupante.
Durante los últimos días, la empresa nacional Electricidad del Líbano (EDL), responsable de proveer corriente eléctrica al tendido nacional, se ha visto forzada a racionalizar la provisión del servicio a lo largo del día, provocando largos periodos de cortes de luz y de corriente eléctrica. En ese sentido, durante la primera semana de julio, en Beirut se han vivido momentos de especial tensión, debido a un acceso limitado e irregular de 4 horas de electricidad diarias, mientras que, en otras regiones, como en el caso de Trípoli, la población solo está teniendo acceso a corriente eléctrica durante 2 horas al día. Las empresas de electricidad privadas, que reemplazan al servicio eléctrico estatal en esta época de recortes, están poniendo a disposición de la ciudadanía grupos electrógenos y generadores, que también están sufriendo ya la falta de aprovisionamiento del carburante necesario para mantenerlos operativos, y se han declarado incapaces de mantener el nivel de suministro demandado por mucho más tiempo, si no hay acceso a una mayor cantidad de petróleo o gas subvencionado.
La reducción de carburante afecta también el sector de transporte y los desplazamientos internos en el país. Ante las gasolineras se acumulan largas colas de coches, camiones, motos y furgonetas para poder comprar un máximo de 10 litros de gasolina o gas por un importe muy elevado para la población local, debido al actual nivel de inflación de la libra libanesa.
Estos recortes eléctricos y la falta de acceso al transporte provocan grandes dificultades a la ciudadanía para desarrollar cualquier actividad económica, política o social. Las tensiones y ansiedad social van en aumento, y las manifestaciones en las calles se multiplican día tras día.
A pesar de estos retos, el Proyecto y su equipo siguen adelante con el plan de trabajo, adaptándose a la realidad del país, haciendo lo posible por mantener el nivel de compromiso de todos los actores implicados a través de visitas personales, llamadas telefónicas y, cuando la electricidad lo permite, comunicación online permanente entre los miembros del equipo y sus interlocutores nacionales.
Muestra de dicho compromiso adquirido ha sido la realización del primer Comité Directivo del Proyecto, que ha tenido lugar el 6 de julio en Beirut, de forma telemática. Esta reunión de lanzamiento del Plan de Trabajo del Proyecto ha logrado reunir virtualmente a más de 30 representantes de institucionales libanesas y al equipo completo de FIIAPP y CIVIPOL en el terreno y en Madrid. El Comité Directivo ha aprobado unánimemente el plan de trabajo propuesto, lo cual supone todo un éxito en tiempos difíciles como los actuales.
Consuelo Navarro, coordinadora del proyecto de Apoyo a la policía de proximidad en el Líbano
Laia Castells, experta en Derechos Humanos del proyecto de Apoyo a la policía de proximidad en el Líbano