• 02 julio 2020

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    “La cooperación policial y judicial debe luchar contra la desinformación”

    El Inspector Jefe Diego Alejandro Palomino nos habla de las fake news, qué son, los problemas que generan y cómo han afectado en la actual crisis sanitaria de La COVID19

    La FIIAPP, a través de algunos de los proyectos que gestiona, trabaja de la mano con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en la prevención y lucha contra todas las formas de delincuencia organizada transnacional. Una de estas formas de delinquir actualmente se hace a través de las nuevas tecnologías. Vamos a conocer un poco más a través del especialista de la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) de la Policía Nacional.

     

    ¿Qué son las fake news?

    Las “fake news” pueden definirse como informaciones creadas con apariencia real, pero con la intención de desinformar y con finalidades políticas, propagandísticas y/o económico-financieras.

    Todas las noticias que se engloban en la categoría de “fake new” buscan influir o manipular las ideas de los receptores, provocando confusión o engaño, y aprovechando circunstancias que favorecen el miedo, la incertidumbre y la precariedad de las personas, que las hacen más influenciables.

    Los elementos esenciales de éste tipo de noticias unen los conceptos de intencionalidad y falsedad.

    ¿Cuáles son los principales problemas que generan?

    El principal problema que genera una “fake new” es la desinformación. El tener conocimiento de ciertas informaciones suele generar malestar en los receptores de las mismas, que a su vez, puede derivar en la toma de decisiones.

    El estado de alarma y la problemática relacionada con la pandemia, está implicando una alta demanda de bienes, restricciones en la movilidad, ansiedad y miedo en las personas, así como las limitaciones en las cadenas de suministro.

    Todas las noticias que se generan en torno a todas y cada una de esas actividades o circunstancias, están siendo tomadas de modo absoluto, y más cuando muchas de ellas son contradictorias, lo cual genera una mayor incertidumbre. Esto, a su vez, provoca que las personas lleguen, incluso, a tomar menos precauciones a la hora de analizar la situación en la que se encuentran y que puedan tomar medidas mucho más arriesgadas que de costumbre.

    Otro problema a tener en cuenta, es que en muchas ocasiones, las informaciones no son contrastadas y son reenviadas o difundidas sin conocimiento de su veracidad, lo que contribuye a su rápida expansión y a generar un efecto de “veracidad por repetición”. De hecho, muy poca gente difunde una noticia falsa, siendo consciente de su falsedad.

    ¿Por qué son tan perjudiciales?

    Las noticias falsas suelen llegar a mucha más gente que la información veraz, pudiendo alterar el criterio para distinguir unas y otras. Apuntan normalmente a un sensacionalismo exagerado, que repercute de forma directa en la opinión de la gente. Este tipo de información por su naturaleza, contenido y objetivo, impide la creación de un juicio objetivo y racional, por tanto suponen una distorsión de la realidad y busca el desprestigio de informaciones contrarias, que condiciona la toma de decisiones.

    Llegados a un extremo máximo, este tipo de informaciones puede generar un efecto dominó, que derive en cambios sustanciales en diversos aspectos sociales, políticos, laborales y económicos.

    En diversos aspectos se puede llegar a afirmar que las noticias falsas contribuyen de alguna forma a la polarización de la sociedad y pueden llegar a ser consideradas como un ataque directo a la calidad de la democracia, influenciando sobre manera a la opinión pública

    ¿Cómo se detectan?

    A nivel de la Policía Nacional, se utilizan las dos herramientas fundamentales con las que se cuentan en la actualidad, debidas a la capacidad operativa sufrida por el estado de alarma, y a las funciones encomendadas de forma directa por las Instrucciones recibidas, consistente, fundamentalmente, en el ciberpatrullaje, que consiste en la monitorización de las redes sociales y el rastreo de actividades en la red, además, de la comprobación de las informaciones recibidas a través de la participación ciudadana.

    Toda la información recibida es comprobada, verificada y contrastada, emitiendo en cada ocasión las correspondientes notas informativas e informes que dan cuenta de los hechos y las gestiones practicadas.

    Además, a través de los diversos servicios policiales y de la Secretaría de Estado de Seguridad, se están emitiendo informes sobre control de las noticias falsas, como es el caso de los realizados por parte del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), órgano de coordinación y análisis del que participan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en España.

    ¿Ha habido un aumento de desinformación durante la crisis sanitaria?

    La desinformación en líneas generales ha aumentado de forma exponencial. Por un lado, en lo relativo a la poca información veraz y contrastable que se tiene sobre la propia enfermedad, que ha generado gran cantidad de información errónea en cuanto a los medios de contagio, exposición a la misma, métodos para evitar el contagio, formas de cura, llegando hasta el punto de generar fraudes en torno a remedios milagrosos e, incluso, a la vacuna del COVID-19.

    Pero, por otro lado, en torno a la enfermedad, se han generado una serie de necesidades sociales y económicas, que han generado el ofrecimiento de ayudas por parte de los gobiernos para paliarlas, que han generado nuevamente informaciones falsas sobre las formas en que se pueden obtener dichas ayudas, los requisitos para conseguirlas y, finalmente, los delincuentes han aprovechado tales circunstancias para generar climas idóneos para lanzar “ganchos” para captar a las víctimas y obtener sus datos personales y transmisiones económicas.

    ¿Qué papel juega la cooperación para hacer frente a este problema?

    La cooperación tiene un papel fundamental en la lucha contra cualquier actividad delictiva o aquella que anteponga los intereses de unos pocos para generar cambios transcendentales, ya sea en la sociedad o en la forma de vida de las personas.

    Los países deben ir de la mano, desde el momento en que la globalización supone una ausencia de barreras y fronteras en el intercambio de la información, el acceso rápido a la misma y, por tanto, el peligro que supone la expansión de informaciones incorrectas que se generalizan y que se convierten en fiables sólo por el hecho de la repetición.

    La cooperación policial y judicial debe luchar contra la desinformación, al igual que lo hace contra la delincuencia organizada, intercambiando experiencias y buenas prácticas, y promoviendo la publicidad de las actuaciones públicas en lucha contra las prácticas que pretenden subvertir los órdenes políticos establecidos, puesto que la desinformación confronta de forma directa contra la democracia y la libertad de las personas.

  • 14 mayo 2020

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    “Internet no tiene fronteras y los delincuentes encuentran la forma de atacar”

    El 17 de mayo se celebra el día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, la FIIAPP trabaja en varios proyectos como EL PAcCTO y Apoyo a AMERIPOL que fomentan la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad contra los delitos en internet.

    Para conmemorar este día, entrevistamos a Diego Alejandro Palomino, de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional para que nos aclare conceptos relacionados con la seguridad en las telecomunicaciones y el trabajo de ciberpatrullaje que realizan para la lucha de delitos cibernéticos.

    ¿Qué es la dark web y cuál es la diferencia con la deep web?

    El contenido de la web es un conglomerado de archivos de todo tipo, que suelen encontrarse indexados, es decir, permiten su búsqueda a través de los diferentes motores de búsqueda que existen. En éste caso, estaríamos hablando de la “surface web”, aquella a la que todos los usuarios tienen acceso y que, sin embargo, se puede corresponder con apenas un 4-5% del contenido de la red.

    La dark net, por el contrario, se corresponde con aquel contenido que no se encuentra indexado, es decir, aquel contenido oculto, a priori, a los motores de búsqueda habituales. Los contenidos de la “dark web” persiguen el anonimato en el origen y destino de las informaciones que se transmiten, deliberadamente o no, por lo que en muchas ocasiones se accede a través de aplicaciones específicas. Pese a ello, dichas aplicaciones son utilizadas de igual forma para la búsqueda en la “surface web”.

    Si bien se puede hablar de una diferenciación entre la “dark net” y la “deep web”, en la práctica dicha diferenciación carece de mucho sentido. Es cierto que para referirse a la “deep web” se suele utilizar el ejemplo de un iceberg, diferenciándose tres partes en el mismo: la superior, que se encuentra sobre el agua, que se correspondería con la “surface web”; la sumergida en el agua a continuación (o parte intermedia) que se corresponderían con las redes y tecnologías que persigue el anonimato en origen y destino de sus transmisiones, que sería la dark net”; y el pico inferior, que serían los sitios web o bases de datos que escapan a todo tipo de indexación de los motores de búsqueda y de muy difícil acceso, que correspondería con la “deep web”.

    ¿Cuál es la labor de la Unidad de Investigación Tecnológica en la dark web?

    La Unidad Central de Ciberdelincuencia tiene entre sus cometidos la realización de investigaciones de todos los delitos relacionados con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), y buena parte de sus cometidos son desarrollados en la web, sin caer en diferenciar dónde se encuentran las informaciones, dónde se cometen los delitos y dónde se encuentran los delincuentes.

    Una de las principales tareas desarrollada por la Policía Nacional consiste en la prevención e investigación de los delitos, incluidos los realizados en la red. Para tales tareas, se disponen de diferentes fuentes de información: denuncias policiales, comunicaciones de autoridades públicas, informaciones de participación ciudadana e informaciones obtenidas de forma directa.

    En el ámbito de la red, una de las fuentes fundamentales para la Policía Nacional constituye el ciberpatrullaje, que consiste en una mezcla de técnicas, en su mayoría preventivas, con el objeto de localizar actividades ilícitas y a los autores de las mismas, y que no se tienen que encontrar ligadas necesariamente a investigaciones concretas. Es una técnica que permite la recolección, almacenamiento y análisis de los datos para que sean transformados en información relevante. En líneas generales, el ciberpatrullaje consiste en la observación de las redes sociales, el rastreo en la darknet  y comprobaciones en la web, diferenciando la actividad que puede ser desarrollada en redes abiertas, como cualquier usuario de la red, y en redes privadas, con autorización judicial y, normalmente, para la investigación concreta de determinados delitos.

    ¿Ha aumentado la actividad en esta red durante el estado de alarma?

    La actividad en la red ha aumentado de forma considerable en base a diversos factores. Por un lado, las personas que se encuentran confinadas en casa y tienen posibilidad de teletrabajar, están teniendo acceso remoto desde sus domicilios, lo cual genera un aumento de las brechas de seguridad y vulnerabilidades de las empresas que facilitan éste tipo de trabajo.

    Por otro lado, el hecho en sí de no realizar actividades al aire libre, genera que como ocio o entretenimiento, las personas lo busquen en la red, lo cual supone un control mayor sobre los correos electrónicos, un amento en el uso de las redes sociales, búsquedas en la web de información, la necesidad de la adquisición de productos farmacéuticos y de primera necesidad, etc. Todo ello deriva en un incremento importante en la actividad ilícita y, sobre todo, de la efectividad de las acciones desarrolladas por los ciberdelincuentes.

    Dentro de las actividades que se están encontrando en toda la información obtenida de un modo u otro, podemos destacar diferentes bloques de actividades irregulares, como fake news, fraudes de todo tipo y delitos contra las personas y protección al menor.

    A modo de ejemplo y resumiendo la actividad ilícita detectada desde la Unidad Central de Ciberdelincuencia, se pueden resaltar los siguientes aspectos entre otros muchos: Se han detectado más de 130.000 dominios relacionados con el COVID-19, Correos electrónicos, páginas web y mensajería instantánea ofreciendo remedios milagrosos, incluso las vacunas del COVID-19, Páginas web falsas de venta de material farmacéutico, suplantación de organismos oficiales para la regularización de ERTES, compensaciones económicas de la Seguridad Social o Ayudas económicas a parados y autónomos y un incremento desmesurado de “Phising utilizando la imagen corporativa de las principales entidades financieras.

    En la red no hay fronteras… ¿es necesario realizar el ciberpatrullaje contando con la cooperación de varios países o unidades policiales?

    La Policía Nacional trabaja de la mano de las instituciones públicas internacionales en la realización del ciberpatrullaje y la detección de “fake news”, como no puede ser de otra manera. Internet no tiene fronteras y los delincuentes encuentran, en ella, una forma de atacar a las víctimas y sentirse impunes penalmente frente a los Estados. Por ello, el intercambio de información de inteligencia y en investigaciones continúa siendo vital.

    La cooperación policial internacional juega un papel fundamental en las investigaciones y en el ciberpatrullaje que se está llevando a cabo en la actualidad. Es una forma de intercambio de experiencias y de buenas prácticas, no sólo de información, a la hora de afrontar cualquier investigación y tener conocimiento de la situación actual de la ciberdelincuencia.

    El apoyo de las principales instituciones internacionales, EUROPOL e INTERPOL, donde se están compartiendo experiencias y buenas prácticas a llevar a cabo, así como sistemas de alerta temprana y comunicaciones de nuevos fenómenos criminales en la red. De hecho, se siguen manteniendo contactos fluidos de cara a comprobaciones en la red solicitadas a través de dichas vías.

    Recientemente, la reunión con AMERIPOL, desarrollada en el marco de la cooperación de EUROPOL y, concretamente, de la Policía Nacional de España, ha supuesto un importante hito, para el acercamiento, colaboración y comprensión, entre las policías de diversos países, que, por regla general, y más en la situación actual, requieren de generosidad, comprensión y apoyo mutuo, porque todos estamos en el mismo barco, que, a veces, va a la deriva y, a veces, nos sentimos como Quijote y Sancho Panza recorriendo la meseta luchando contra Gigantes o Molinos.


    Más información sobre los proyectos en: EL PAcCTO, Programa de Asistencia Contra el Crimen Transnacional Organizado  y en EL PAcCTO: Apoyo a AMERIPOL