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30 enero 2020
Posteado en : Reportaje
Con la Agenda 2030 presente, la FIIAPP gestiona proyectos de cooperación europea en Argelia y Marruecos para mejorar los sistemas educativos de ambos países
Por @cbm_cris
Cuando Albert Camus ganó el Nobel de Literatura en 1957, escribió una carta de agradecimiento a uno de sus profesores de primaria. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, nada de esto hubiese sucedido, reconocía el que ha sido uno de los escritores más relevantes del siglo XX. Albert Camus nació en el seno de una humilde familia de colonos franceses en Argelia. Su madre era casi analfabeta y su padre murió durante la Primera Guerra Mundial cuando él era pequeño. Sin embargo, a pesar del pobre niñito que él era, su profesor, un hombre llamado Louis Garmain, se aseguró de garantizar el derecho a la educación de Camus. Un derecho al que millones de menores no tienen acceso.
Según datos de la UNESCO, en el mundo hay más de 260 millones de menores que están sin escolarizar y 617 millones de niños, niñas y adolescentes que no pueden leer. Es inequívoco afirmar que no viven tantos Garmains para remediarlo. Pero es menester mencionar que existen las instituciones públicas, los acuerdos, la voluntad de los países y la cooperación internacional. Y, afortunadamente, garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, es uno de los objetivos de desarrollo sostenible que la comunidad internacional se ha propuesto en la Agenda 2030 y al que el trabajo de la FIIAPP contribuye de forma activa.
La FIIAPP y la educación
Conscientes del valor de la educación para garantizar la sostenibilidad, la paz y el desarrollo de las sociedades, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación. Comprometida con esta realidad, la FIIAPP gestiona varios proyectos financiados por la Unión Europea que trabajan en Argelia y Marruecos en esta dimensión.
«De los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible que se firman en 2015 en la Agenda 2030, el número cuatro es el de la calidad de la educación y yo creo que es el más importante porque todos los demás, de alguna manera, dependen de ella para solucionar la pobreza en el mundo, para conseguir la paz y para conseguir el bienestar de todos los habitantes de este planeta», explica Pilar Garcés, viceconsejera de universidades e investigación de Castilla y León y jefa de los dos proyectos de hermanamiento financiados por la Unión Europea, y gestionados la FIIAPP en Argelia y en Marruecos.
LA FIIAPP en Argelia
Catedrático de la Universidad de Valladolid, Antonio Bueno coordina un proyecto gestionado por la FIIAPP en Argelia para apoyar al Ministerio argelino de Educación Superior e Investigación Científica. Bueno trabaja mano a mano con la catedrática del Ministerio de Enseñanza Superior e Investigación Científica de Argelia, Amina Benbernou, para mejorar el potencial académico del país magrebí. «El objetivo es reforzar las habilidades pedagógicas de los docentes en investigación y mejorar las capacidades de gestión de la administración», afirma Benbernou.
Para ello, se lleva a cabo un hermanamiento entre España y Argelia a través del cual diversos especialistas se trasladan al país africano y trabajan junto a las instituciones argelinas. Los esfuerzos se centran en la mejora de la gobernanza de las instituciones de la educación superior, en línea con los estándares del Proceso de Bolonia y del Espacio Europeo de Educación Superior. De esta forma, el proyecto proporciona las herramientas necesarias para mejorar la educación superior en el país magrebí.
«España está bien posicionada
a nivel de pedagogía y seguimiento
en educación digital»Para Bueno, «compartir ideas educativas es partir de la realidad de que todos los ciudadanos que la reciben tienen los mismos derechos y deberes, y están llamados a una misma misión: la del progreso de la humanidad». A través de este proyecto, España aporta a Argelia el trabajo de profesionales altamente cualificados. «España está bien posicionada a nivel de pedagogía y seguimiento en educación digital y sinergia. La contribución que puede aportar a Argelia es apoyar en este tema con especialistas de alto nivel», afirma la catedrática argelina.
El proyecto está financiado por la Unión Europea, y cuenta con la participación de especialistas de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (ACSUCYL).
«Destinar recursos a la educación
produce riqueza a raudales»Según Bueno, el hecho de que la cooperación internacional destine recursos a la educación es muy relevante para las sociedades: «La cooperación en educación es seguramente de las que mejores resultados ofrecen a corto, medio y largo plazo y aunque no se percibe riqueza lo cierto es que la produce a raudales».
La FIIAPP en Marruecos
Mejorar la educación universitaria en Marruecos. Con este objetivo, la FIIAPP gestiona un proyecto de hermanamiento con el país magrebí. «La educación universitaria tiene sus deficiencias, hay muchas más universidades privadas que públicas, lo que puede ser una vía de descompensación y produce una cierta desigualdad entre la población», afirma la jefa del proyecto y viceconsejera de universidades e investigación de Castilla y León, Pilar Garcés.
A través del trabajo de los especialistas, el proyecto no solo promueve una mejora en la organización, gestión y legislación educativa, sino que explora soluciones al problema de la masificación que tiene el sistema educativo superior marroquí. «Se debería contar con mayores infraestructuras para poder tener una educación pública superior realmente importante y fuerte», reconoce Garcés.
Por ello, especialistas de la Junta de Castilla y León trabajan con sus homólogos marroquís en la introducción de técnicas, métodos y herramientas que sirvan para dar apoyo al sistema de educación superior en Marruecos. Entre los objetivos del proyecto que financia la Unión Europea se encuentra la implementación de un sistema de créditos ECTS para valorar las titulaciones, y el acompañamiento en la elaboración de una nueva estrategia nacional en la materia.
«Si bien es verdad que la economía
es importante para que un país vaya
progresando, la educación todavía lo es más»Para Garcés, «la educación es una de las cuestiones más importantes en la vida de cualquier ser humano, porque proporciona la paz social, el bienestar, que las personas puedan salir de la pobreza, o que no haya violencia». Por ello, coincide con Bueno y valora muy positivamente que las instituciones europeas y españolas financien y desarrollen proyectos de cooperación y hermanamiento: «Yo creo que es un deber muy importante que los gobiernos deberían tomarse todavía más en serio de lo que se lo están tomando, porque si bien es verdad que la economía es importante para que un país vaya progresando, la educación todavía lo es más», concluye.
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19 julio 2018
Posteado en : Opinión
La sociedad civil tiene un rol clave en la inclusión de las personas con discapacidad, especialmente mujeres, en Sudán. El principal reto es que se tome conciencia de sus derechos, también a nivel institucional
Las personas con discapacidad suponen en torno al 6% del total de ciudadanos de Sudán. A pesar de que existen políticas y leyes específicas destinadas a este grupo, estas personas siguen siendo discriminadas dentro de sus comunidades, en relación con el acceso a los servicios o sus derechos.
El principal reto al que se enfrentan es la escasa sensibilización respecto a esos derechos específicos. Por ello, en la actualidad, las asociaciones de la sociedad civil trabajan activamente para que las personas con discapacidad en Sudán sean conscientes de sus derechos, de cómo obtenerlos, al mismo tiempo que impulsan políticas y leyes para promoverlos.
El derecho a una mejor educación o el acceso al empleo son, por ejemplo, dos de los principales retos a los que se enfrentan. Las universidades y escuelas de Sudán no están bien equipadas para las personas con discapacidad. En el caso del mercado laboral, sí que hay puestos que pueden solicitar, pero existen problemas de accesibilidad al entorno de trabajo.
En Sudán, además de las asociaciones dedicadas a cada tipo de discapacidad, existe la Organización de Mujeres con Discapacidad, que incluye a todas las mujeres independientemente del tipo de discapacidad que tengan. Esta organización funciona como una red que favorece el intercambio de experiencias entre las mujeres con discapacidad, lo que les permite entender las necesidades de sus compañeras: trabajan juntas para ayudarse y apoyarse mutuamente. Y es que el principal objetivo de la organización es la inclusión social de las mujeres con discapacidad en las comunidades.
Una de las historias exitosas fruto de este trabajo fue el caso de una chica con discapacidad visual que dejó de ir a la escuela, estuvo en casa 14 años y ahora la organización la ha apoyado para completar su educación escolar. La enviaron a una institución especializada para personas ciegas, pagaron las cuotas para ella y ha aprobado el examen para acceder a la universidad.
Otra mujer solicitó nuestra ayuda para acceder a la Universidad, ya que la Facultad de Educación la rechazó porque tenía discapacidad auditiva: cómo iba a trabajar como profesora en la escuela si no podía oír a los alumnos. Frente a esta situación, la organización fue a la Universidad para resolver este problema y consiguió que esta mujer pudiera seguir estudiando, lo que esperamos que en un futuro le permita desarrollar su carrera profesional como profesora.
Y es que el acceso al empleo para las mujeres con discapacidad sigue siendo limitado en Sudán. De ahí que en la organización valoremos muy positivamente el trabajo que estamos desarrollando junto a Bridging the Gap, proyecto financiado por la Unión Europea, coordinado por la FIIAPP e implementado en Sudán a través de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS). En concreto, trabajamos en el estado de Gedaref para fortalecer las capacidades de mujeres con discapacidad procedentes de zonas rurales y, con ello, aumentar sus posibilidades para encontrar un empleo o crear oportunidades empresariales y de cooperativas.
En estas capacitaciones, se promueve la concienciación de los profesores, las familias y las propias personas con discapacidad sobre el derecho a la educación y la inclusión de las mujeres con discapacidad en el mercado laboral, que beneficia a toda la sociedad. También trabajan en la creación de un mejor entorno, accesibilidad y equipamiento, y para que se trate de manera adecuada con personas con diferentes tipos de discapacidad.
En general, la sociedad sudanesa considera la discapacidad como un estigma, aunque depende de las personas. Mientras que para algunos no es tan grave, otros esconden a sus hijos de amigos y familiares. Tienen miedo a tener hijos con discapacidad, especialmente niñas, porque creen que no serán capaces de protegerse a sí mismas mientras caminan por la calle, por ejemplo, de las agresiones sexuales. Así que las mantienen dentro de casa, que se convierte en una prisión para ellas. El acceso a la educación y, posteriormente, al mundo laboral, se convierte, por tanto, en una experiencia liberadora para ellas.
Bridging the gap es un buen proyecto porque trabaja tanto con las autoridades del Gobierno como con las propias personas con discapacidad. Esto ayuda a Sudán, a la sociedad, a reducir la brecha entre personas con y sin discapacidad y que esto se refleje en políticas y leyes.
En este sentido, el papel de la sociedad civil es clave ya que las instituciones del país suelen solicitar su apoyo cuando tienen que abordar temas de discapacidad debido a que los funcionarios no están preparados para tratar con personas con discapacidad. No obstante, el Consejo Nacional de las Personas con Discapacidad está trabajando en un Plan Estratégico para las Personas con Discapacidad en Sudán que, una vez que lo apruebe el Gobierno, deberá ser adoptado por todos los ministerios.
En las organizaciones relacionadas con la discapacidad en Sudán, la representación de las mujeres ha sido escasa en el pasado. Pero ahora se considera que las mujeres tienen la capacidad y están preparadas dentro de las comunidades para hablar sobre sus derechos.
Akhyar Omar, presidenta de la Organización de Mujeres con Discapacidad en Sudán
Sobre el proyecto
Bridging the Gap cuenta con el respaldo de las instituciones nacionales sudanesas y está en línea con la estrategia de desarrollo del país, que incluye el apoyo a la inclusión social de las personas con discapacidad. Por eso, el proyecto busca ayudar a fortalecer la participación de las organizaciones nacionales de la sociedad civil y las organizaciones de personas con discapacidad en los procesos de formulación de políticas. Desde la Organización de Mujeres con Discapacidad, siguen trabajando para que esas políticas inclusivas presten especial atención a las mujeres con discapacidad.