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30 diciembre 2020
Posteado en : Opinión
Durante este año 2020 en la FIIAPP han surgido más de 200 iniciativas COVID en temáticas de migración, seguridad, género y cohesión social entre otras
En enero de 2020 comenzamos otro año más con la ilusión de que sea, al menos, un poquito mejor que el anterior, tanto a nivel personal como profesional.
En la FIIAPP, había previstos viajes, eventos y actos relevantes de los proyectos en los que trabajamos. No vislumbrábamos lo que se aproximaba, no podíamos hacernos una idea de con qué tendríamos que lidiar sólo un par de meses después.
Marzo se presentaba con una pandemia mundial. Se empezó a hablar de un virus que lo cambiaría todo en todo el mundo. La forma de movilizarnos, la forma de relacionarnos y, por supuesto, la forma de trabajar.
Una de las principales actividades de la FIIAPP es el intercambio de experiencias entre el personal público español con el de las administraciones de los países socios con los que trabajamos. ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Cómo seguimos trabajando? Afortunadamente, en la FIIAPP nos hemos crecido ante la adversidad y ha surgido el ingenio.
En la FIIAPP se han impulsado más de 200 iniciativas COVID en temas diversos como la cohesión social, la reducción de las desigualdades, la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género, la seguridad y desarrollo y no podía faltar la digitalización, entre otros muchos.
Bajo el lema “Team Europe”, la Unión Europea y los Estados miembros trabajan de una manera global para luchar contra la pandemia. Una de las iniciativas enmarcada bajo este emblema son las Mesas COVID. Un ejercicio que se ha puesto en marcha con la coordinación de la FIIAPP para combatir, a través de la cooperación y mundialmente, la COVID19. Ejercicio que ha venido para quedarse y para nutrir diálogos políticos desde la cooperación.
Estas Mesas han empezado con tres experiencias piloto, en Argentina, Ecuador y Costa Rica con el objetivo es identificar las demandas derivadas de la emergencia sanitaria canalizándolas de una manera estructurada y coordinada para poder favorecer posteriormente una estrategia de respuesta.
La violencia de género se ha intensificado con la COVID19 y las restricciones de movilidad. Proyectos de cooperación como EL PAcCTO: Apoyo a AMERIPOL y EUROsociAL+ han promovido iniciativas que apoyan a las mujeres y niñas ante una situación de violencia.
La pandemia también les ha dado más oportunidades a los traficantes para explotar a sus víctimas. El aumento de la pobreza ha multiplicado las posibilidades de organizaciones criminales engañen a más víctimas con las promesas de un trabajo y un futuro mejor. El proyecto europeo ATIPSOM cuenta con especialistas de la Policía Nacional para luchar contra la trata y el tráfico irregular de migrantes en Nigeria. El proyecto ha realizado diversas acciones para mitigar riesgos de las víctimas, como la creación de un tweetchat, una conversación a través de Twitter. Además, se ha fomentado la información y la sensibilización de la ciudadanía a través de los medios de comunicación como la emisión semanal de un programa de radio local “A-TIPSOM voice”.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son personal de primera línea en todos los países. A través de proyectos europeos como EUROFRONT y MYPOL, entre otros, se ha formado en la gestión de los confinamientos y en la aplicación de desinfectantes, además de hacer entrega de material sanitario necesario para luchar contra la COVID como mascarillas, guantes y geles desinfectantes.
La pandemia nos ha hecho ver cuánto dependemos de las tecnologías digitales para poder seguir en nuestro día a día, la digitalización ha venido para quedarse y desde la FIIAPP se han contabilizado, durante este 2020, más de 70 acciones a través de sus proyectos y programas en América Latina, la Vecindad y África Sub-Sahariana. Proyectos como EL PAcCTO, Bridging the Gap, ARAP Ghana o ICRIME, además de números proyectos Twinning han llevado a cabo actividades específicas y relacionadas con la digitalización como el de Educación Superior en Argelia o el de Ejecución Civil en Turquía.
Además, a través de proyectos como EU-ACT y Cuba-UE Intercambio de Expertos se ha hecho entrega de material informático para que los países en los que se está trabajando se modernicen y puedan conectarse virtualmente a las actividades que se han llevado a cabo. Asimismo, desde la propia FIIAPP se ha creado la plataforma connect.fiiapp para dar la posibilidad, a todos los proyectos que se gestionan desde la Fundación, de poder realizar sus actividades a distancia, además de hacer posible el teletrabajo para cerca de 300 personas de un día para el otro.
España se ha posicionado como un socio clave de la cooperación europea y desde el Patronato de la Fundación destacan como fundamental la labor de la FIIAPP. Una labor que, a través de sus programas regionales en América Latina y el Caribe, sus proyectos de cooperación en África y los Twinning, contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030, con el objetivo de no dejar a nadie atrás.
El papel de las administraciones públicas y el de su personal, es fundamental para nuestro trabajo. Este año más que nunca, todas las instituciones con las que trabajamos han realizado un esfuerzo extraordinario para estar a la altura de las circunstancias. Y por todo lo conseguido, es más que obvio, que entre todos hemos logrado los objetivos establecidos, y algunos que han surgido debido a la pandemia, con un gran poder de adaptación.
Ha sido un año intenso, duro, con muchas situaciones nuevas a las que enfrentarnos tanto personal como profesionalmente. Pero recordemos las palabras del poeta Khalil Gibran: “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”.
Por Charo Palomo, (@palomo77). Equipo de Comunicación FIIAPP
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21 mayo 2020
Posteado en : Opinión
Alma Martín, técnica de apoyo del proyecto de Intercambio de experiencias UE-Cuba para la promoción de las energías renovables nos pone al día de cómo se han replanteado las actividades programadas para esta promoción en el país caribeño. Nos ofrece su visión sobre cómo transformar las limitaciones que provoca la COVID en ventajas para el proyecto.
Participar en la gestión de un proyecto de cooperación internacional es un trabajo fascinante, aunque en ocasiones, las prisas y los plazos no permiten disfrutar el trabajo que hacemos ni dimensionar la gran diferencia que su puesta en marcha supone para los beneficiarios del mismo. Sin embargo, un suceso trascendental como la irrupción de la COVID19 en nuestras vidas, trastoca las planificaciones y previsiones que todos pudiéramos tener. No hay análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) que prevea un contexto como el actual. Y a pesar de la gravedad de la situación y los problemas a los que nos enfrentamos, es precisamente ahora cuando surge una oportunidad que no podemos desaprovechar: abordar de forma minuciosa aspectos importantes de las actividades que realizamos, prestarles mayor atención si cabe y dedicarles más tiempo que nunca, para asegurarnos de que cuando podamos ponerlas en marcha, tengan el éxito que esperamos.
Una de las actividades más importantes que se desarrolla este año en el proyecto de Intercambio de experiencias UE-Cuba para la promoción de las fuentes renovables de energía y la eficiencia energética en Cuba en el que trabajamos desde la FIIAPP, es el “Fórum de energía sostenible de Cuba” cuya segunda edición estaba prevista en junio de este año; las circunstancias actuales han hecho necesario cambiar las fechas, posiblemente a noviembre de este año. El Fórum, organizado por el Ministerio de Energía y Minas de cubano, la Delegación de la Unión Europea de Cuba y con el apoyo de Fira Barcelona, se realizará en el recinto ferial PABEXPO (La Habana).
Días antes, se realizarán en la ciudad de Santa Clara una serie de actos paralelos dirigidos a la promoción de la inversión extranjera en las bioeléctricas (organizados por el grupo estatal AZCUBA) y a la integración de las Universidades del Caribe y Cuba (organizados por la Universidad Central de las Villas) que incluirán una visita a la bioeléctrica de Ciego de Ávila.
Aprovechando este receso forzoso, estamos ultimando los detalles para asegurar que este foro sea de nuevo un éxito, y ofrecer a instituciones y universidades cubanas y de la región un espacio de encuentro y diálogo donde más de 150 personas podrán intercambiar experiencias y los últimos conocimientos del sector. A través de los talleres previstos en torno a cuatro grandes temas (energía termosolar, movilidad eléctrica, acumulación de energía y eficiencia energética) expertas y expertos nacionales e internacionales de reconocido prestigio en la materia, abordarán junto con personal institucional cubano y directivos de organismo regionales e internacionales, la situación actual y desarrollo de las tecnologías, así como los avances y acuerdos internacionales dentro del sector, lo que sin duda favorecerá la puesta en marcha de la nueva política de modernización energética del país.
El Foro se suma así a los esfuerzos del país y del MINEM de incorporar la eficiencia energética y las fuentes renovables de energía. Entre los objetivos de la nueva política energética, se espera en 2030 incrementar las energías renovables en la generación eléctrica en un 24 %, producir 7 mil 316 GWh/año, sustituir 1,75 millones de toneladas de combustible fósil y dejar de emitir 6 millones de toneladas de CO2/año en el país.
A veces, dar un paso atrás permite después pisar más firme y dar el salto que asegura conseguir nuestros objetivos. Sobreponiéndonos a la adversidad y aprovechando la ocasión que se nos presenta, aportaremos mucho más a este proyecto y llegaremos mucho más lejos de lo que nos habíamos propuesto.
Alma Martín Pérez, técnica de apoyo del proyecto de Intercambio de experiencias UE-Cuba para la promoción de las energías renovables.
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30 abril 2020
Posteado en : Opinión
Shedy Plaza, del programa Eurosocial+, nos hace partícipes de sus pensamientos durante el confinamiento. Un texto que nos invita a abrir nuestras mentes a una reflexión serena y profunda sobre los cambios que podría implicar la pandemia y la necesidad de que la cooperación siga contribuyendo a construir un futuro mejor.
En la casi séptima semana de mi confinamiento, desde mi recién descubierto y permanente espacio no elegido en el que, por motivos ajenos a mi voluntad, tengo que trabajar, asisto exhausta e incluso incrédula por momentos al despropósito causado por el llamado El COVID-19, comúnmente, llamado Coronavirus.
A veces quiero despertar de semejante pesadilla y no puedo, quiero soñar que es una novela o una película de ciencia ficción pero no es así, es real, estoy siendo espectadora de los aspectos más sórdidos y desagradables del envite que nos está haciendo perder todo lo que habíamos logrado, todo lo que habíamos soñado o lo que queríamos alcanzar. Y me pregunto ¿y ahora qué?
Me cuesta pensar que tan Coronado bicho nos conduzca hacia lo que el mundo anglosajón llama appeasement (apaciguamiento) ser espectadores de lo que está pasando sin hacer nada o casi nada y nos conduzca hacia un idealismo que haga chocar la realidad y al desengaño. La realidad de lo que estamos viendo y/o padeciendo cada uno en nuestros propios contextos y el desengaño de esperar que cambien las cosas y quedarnos a la espera permanente.
Hace ya algunos meses tuve el privilegio de asistir a una actividad organizada por EUROsociAL + en Antigua Guatemala, en la que puede presenciar como diferentes actores sociales de diferentes ámbitos sociales, políticos y culturales, conversaban, comparaban y exponían como en diferentes países y diferentes contextos, la desigualdad, la desconfianza, la falta de transparencia, los recursos y desniveles de riqueza e incluso la corrupción empañaban las democracias, generando falta de confianza en las Instituciones y al mismo tiempo compartían y buscaban sinergias para seguir luchando por un proyecto común.
Nuevos actores, nuevos espacios, siempre han marcado los lineamientos del programa y en general de la Fundación y en esos lineamientos y espacios está, precisamente, el tejido que se nutre de la cooperación, la solidaridad y la ayuda mutua, donde la estabilidad y la moderación producen y producirán transformaciones sociales quizás nunca imaginadas, donde la sobriedad y la verosimilitud se basaran en la realidad cotidiana, alcanzada dando pequeños grandes pasos y siempre con un realismo que describa la realidad social donde vivimos, tejiendo confianza, basada en la igualdad de oportunidades, el sentido de pertenencia y la solidaridad, siendo tejedores de esa confianza que nos espera, que nos invita a seguir trabajando por nuestro futuro entre pares y por el de los demás.
Nos esperan nuevos retos, nuevos propósitos, nuevos horizontes, nuevas metas. De eso se trata, de no soñar, de no idealizar, sino de tejer el futuro juntos, de acompañar demandas estratégicas, seguir sumando y apoyando las redes y planes de trabajo, donde la cooperación en este caso, como elemento vital y esencial, como recurso, nos hace agruparnos y compartir el mismo telar, ahora más que nunca.
Shedy Plaza, técnica de apoyo de la oficina del programa EUROsociAL +