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23 abril 2021
Posteado en : Reportaje
Ante los retos de un mundo cada vez más complejo y globalizado, es el momento de reforzar el compromiso por el multilateralismo y la diplomacia. La cooperación, el diálogo y la creación de espacios comunes de trabajo y entendimiento entre actores internacionales es el único camino posible para hacer frente a los retos del presente y del futuro.
A pesar de que ahora es frecuente que varios países afronten de forma conjunta retos globales, este es un fenómeno relativamente nuevo. La primera apuesta por el multilateralismo hay que buscarla hace apenas un siglo, en 1919, con la creación de la Sociedad de Naciones. Este primer intento no fue muy exitoso y ya anunciaba las dificultades que pueden surgir cuando hay que dejar de lado los intereses nacionales por una causa mayor.
Durante las últimas décadas el escenario geopolítico ha sufrido grandes transformaciones como el desplazamiento de los centros de poder hacia Asia y el Pacífico, la pérdida de hegemonía de EEUU, la aparición de nuevos actores o el cuestionamiento de instituciones internacionales como la OMS, la OCDE o el FMI. Vivimos en una época de fragmentación y volatilidad en la que los nacionalismos, el individualismo y la desconfianza cuestionan el progreso hacia un mundo más interconectado, global y solidario. Esto hace esencial que actores como la ONU, la Unión Europea o los propios Estados refuercen su compromiso por el multilateralismo para hacer frente a los retos del presente y del futuro. Empezando por la recuperación de una pandemia mundial que nos ha recordado la importancia de la globalización y la necesidad de regular los retos globales.
La ONU lleva 75 años apostando por el multilateralismo. Un claro ejemplo de este compromiso son la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos objetivos comunes a los que se han comprometido todos los países miembros de la ONU abordan temas complejos que trascienden fronteras como el cambio climático, la erradicación de la pobreza o la reducción de las desigualdades.
Entre todos los ODS, el número 17 “Alianzas para lograr los Objetivos” es, quizás, el más relevante. A pesar de ser el último de la lista, es imprescindible para la consecución del resto de objetivos. Las alianzas internacionales y el multilateralismo son la base para garantizar una respuesta conjunta a retos que a nivel nacional son inabarcables.
Como proceso de integración más avanzado a nivel global, la Unión Europea es uno de los actores más comprometidos con el multilateralismo y el fortalecimiento de las alianzas internacionales. A principios de este año la Comisión Europea presentó una nueva estrategia para reforzar la contribución de la UE a un multilateralismo basado en normas y valores universales.
En esta estrategia, la Unión Europea establece el diálogo, la gobernanza multilateral y la cooperación internacional como prioridades estratégicas imprescindibles para garantizar un mundo más seguro y una recuperación mundial sostenible e inclusiva. La Unión Europea tiene claro que la cooperación y el trabajo conjunto como Equipo Europa es el único camino posible.
El compromiso de la Unión Europea con el multilateralismo cuenta con el firme respaldo por parte de España. La Estrategia de Acción Exterior 2021-2024 presentada a finales de enero incluye como uno de sus cuatro ejes sustantivos la integración regional y el refuerzo del multilateralismo. España tiene la voluntad decidida de contribuir a la mejora de los mecanismos de gobernabilidad global apoyando procesos de integración e impulsando un multilateralismo más integrado, eficaz y reforzado.
Tanto la Unión Europea como España incluyen la cooperación internacional como una herramienta fundamental para alcanzar estos objetivos. Desde la FIIAPP, a través de la cooperación técnica pública, se trabaja para acompañar procesos de reforma de políticas públicas, pero, también, para generar espacios de confianza y alianzas entre administraciones.
A través de los programas regionales en los que participa la Fundación, se están generando respuestas armonizadas frente a retos compartidos. Esto genera estándares, políticas y valores comunes y fomenta el acercamiento en foros internacionales en favor de una gobernanza multilateral y del desarrollo sostenible en beneficio de la ciudadanía.
La FIIAPP apuesta firmemente por el multilateralismo, el diálogo y el trabajo conjunto entre actores de todo el mundo. La cooperación técnica pública ofrece la oportunidad de favorecer el diálogo y el intercambio de experiencias, así como de consolidar no sólo relaciones entre instituciones públicas sino vínculos compartidos entre ciudadanos de todo el mundo.
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07 junio 2019
Posteado en : Opinión
La directora de la FIIAPP, Anna Terrón reflexiona sobre la cooperación horizontal y la transferencia de conocimientos
A raíz de su participación en el Seminario “La Agenda 2030 y el desarrollo en Iberoamérica. Retos para las políticas de cooperación internacional”, organizado por la Fundación Carolina, la directora de la FIIAPP nos destaca las principales ideas expuestas en su ponencia “Cooperación horizontal y transferencia de conocimientos”.
Lo primero a destacar es la implicación de la FIIAPP con la Agenda 2030 a nivel nacional e internacional y resaltar la relevancia de los ODS 17, de alianzas públicas y aprendizaje entre pares y el ODS 16 en materia de estado de derecho y de instituciones eficaces y transparentes. La aplicación de dicha agenda es fundamental para poder hablar de cooperación horizontal y está relacionada con dos ideas principales: la disminución de la importancia del nivel de renta en la cooperación mutua y el aumento de la importancia del aprendizaje entre pares.
Hay que hacer un paréntesis con una reflexión de carácter político acerca de la importancia de la alianza estratégica entre Europa y América Latina, subrayada en la comunicación conjunta de la Comisión Europea y de la Alta Representante de la UE-América Latina, pero sin un reflejo, todavía, en el nuevo marco financiero plurianual (MFF) ni en los nuevos instrumentos de cooperación para el periodo 2021-2027, que se encuentran en fase de debate.
Para la distribución de los fondos de cooperación de la Unión Europea para América Latina, se debería aplicar el nuevo concepto de desarrollo en transición, que no se basa en su renta media, sino que debería fijarse en función de los retos impuestos por las trampas de desarrollo como los modelos productivos, las debilidades institucionales, las desigualdades y la cohesión social, la amenaza climática, la criminalidad o la movilidad de las personas, entre otros.
La importancia del aprendizaje entre pares
La adaptación o reforma de nuevas políticas suele generar incertidumbre a los gobiernos, pero se puede reducir con la experiencia de países que las han adoptado previamente. El aprendizaje entre pares proporciona a los gobiernos la posibilidad de actualizar sus conocimientos y una guía para tomar decisiones. La cooperación europea contribuye a fortalecer dinámicas de este tipo, de intercambio de conocimiento, en políticas públicas entre países.
El valor de la experiencia de los estados miembros
La gestión de los programas de cooperación regional ha permitido a las agencias europeas, conocer las necesidades de los países de América Latina y Caribe, así como las experiencias más relevantes de ambos continentes. Todo este conocimiento debe ponerse en valor con el trabajo en común del conjunto de la cooperación europea, apostando por la construcción gradual de un sistema europeo de cooperación. Para ello hay que avanzar en el reconocimiento mutuo de los procedimientos y en la simplificación de la formulación de respuestas compartidas. El trabajo conjunto entre administraciones europeas y latinoamericanas es una inversión y una apuesta por una gobernanza global basada en los valores europeos, el estado de derecho y la agenda social.
El rol de las agencias de cooperación
En el marco de los nuevos paradigmas, establecidos por la agenda global, que redefine la cooperación internacional, es fundamental que las agencias de cooperación pongamos en valor nuestra experiencia y construyamos, junto con la Comisión Europea, un sistema de cooperación basado en el aprendizaje entre pares y los compromisos de la agenda para el desarrollo.
El aprendizaje entre pares, además, permite compartir un mismo lenguaje, más allá del idioma, intercambiar problemas y retos, aumentar la capacidad de entendimiento y de encontrar respuestas conjuntas. El rol de los actores de cooperación debería fundamentarse en alianzas entre administraciones y basarse en acompañarlos y contribuir a enmarcar los procesos de reforma de las políticas en visiones integrales y coherentes dentro de procesos de desarrollo sostenible.
Cooperación técnica, base de la cooperación financiera
Considero que necesitamos apostar por una financiación basada en el principio “policies first”, en la que el conocimiento y la asistencia técnica debe nutrir los diálogos políticos para la toma de decisiones de las acciones a respaldar. La puesta en marcha de mecanismos innovadores de financiación está alineada con la agenda de valores compartidos, que se pretenden construir junto con los países socios de América Latina.
La FIIAPP en este contexto
El mandato de la FIIAPP es la promoción de la participación de las administraciones en proyectos de cooperación internacional. Somos socio de desarrollo para los países de América Latina, actor de la cooperación española y parte íntegra del sistema europeo de cooperación internacional. Toda la cooperación española en su conjunto apuesta muy fuertemente por la Agenda 2030, por la cooperación bilateral y por la cooperación europea con América Latina.
Algunos de nuestros programas regionales y el programa EUROsociAL ya están en sintonía con la innovadora línea del futuro instrumento de acción exterior de la UE, el NDICI. Ya trabajan mediante la cooperación triangular y horizontal y se basan en el aprendizaje entre pares, fomentando la construcción de un espacio euro-latinoamericano de valores compartidos. En estos programas se va más allá de la creación de plataformas de intercambio de experiencias y buenas prácticas, se consigue articular redes, institucionalizar mecanismos de diálogo de políticas, renovar agendas de desarrollo o mejorar la confianza interinstitucional.
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23 mayo 2019
Posteado en : Reportaje
Con motivo de la celebración del Día de África, celebrado el próximo 25 de mayo, hablamos de la situación actual de este continente, cómo va a incidir la Agenda 2030 en él y qué aporta la FIIAPP al continente africano a través de sus proyectos
Cuando pensamos en África se nos vienen a la cabeza palabras como pobreza, hambre, guerras… Sin embargo, África ha avanzado en muchos aspectos en los últimos años, en parte gracias a la labor que desarrollan en este continente las agencias de cooperación, humanitarias y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según el informe de UNICEF ‘Generación 2030’, África es el segundo continente con mayor número de población, con más de 1.000 millones de habitantes. Además, se prevé que nazcan en el continente africano 1.800 millones de niños en los próximos años, una cifra que duplicará su población.
Sin embargo, según señala UNICEF, la región del África Subsahariana es la segunda con la mayor tasa de mortalidad en menores de 5 años en el mundo. En 2016, de los 2,6 millones de niños que murieron con esta edad, el 38% eran de África Subsahariana. A pesar de estos datos, el descenso anual de la mortalidad infantil en el periodo de 2000 a 2016 fue del 4,6%.
Esperanza de vida, enfermedades y malnutrición
Si hablamos de esperanza de vida, a pesar de que la población de África sufrió un retroceso en su esperanza de vida en los años 90 debido a la epidemia del SIDA, el continente es el que más ha avanzado en este sentido en los últimos años. Actualmente, los africanos viven de media 9,4 años más que hace quince años.
En este contexto, debemos hablar de las enfermedades que más han afectado a África como son el sida y la malaria. Según los últimos datos disponibles en relación al SIDA, a fecha de 2016, unos 17,5 millones de personas contrajeron esta enfermedad. Por otro lado, según datos de la OMS, en 2015 el número de personas afectadas por la malaria fue de 241 millones, de los cuales el 88% tuvieron lugar en el continente africano.
En relación a la malnutrición crónica (el retraso en la altura respecto a la edad), según datos de UNICEF, ha pasado del 7,1% en 1990 al 4% en 2017. En esta misma línea, la malnutrición aguda (peso menor para la altura), ha pasado del 44% al 24,3%. Este porcentaje se traduce en 58,7 millones de niños en esta situación.
Educación y pobreza
Por otro lado, si hablamos de la educación en África, UNESCO destaca que hay alrededor de 153 millones de adultos en el continente africano que son analfabetos, siendo de ellos las dos terceras partes mujeres. En cuanto a la educación primaria, según datos de 2016, el 20,8% de los niños de esta edad no iban a clase y en educación secundaria el 57,8%.
Si hablamos de pobreza, 40 de los 50 países menos desarrollados se encuentran en África. En el último informe anual publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 2016, los países más pobres eran República Centroafricana, Níger, Chad, Burkina Faso, Burundi, Guinea, Sudán del Sur y Mozambique.
El Día de África
El día 25 de mayo de 1963 se fundaba la Organización para la Unidad Africana (OUA) que tenía como fin promover la unidad y la solidaridad entre los estados africanos, acabar con el colonialismo, promover las relaciones internacionales y dar voz al continente. De esta manera, nacía el Día de África. La OUA fue el antecedente a la actual Unión Africana (UA), un organismo creado en 2002 cuyo fin es fomentar la integración económica, política y la cooperación entre sus Estados miembros, inspirándose en la Unión Europea.
Agenda 2030 y los ODS
La Agenda 2030 impulsa el desarrollo sostenible en África, en especial si se quiere cumplir con el compromiso de “no dejar a nadie atrás”. Como hemos señalado anteriormente, el continente africano cuenta con los países menos avanzados, África amparaba en 2016 al 60% de la población pobre del mundo, y se considera que este dato seguirá creciendo en los próximos años, a pesar de los avances realizados en el continente.
La Unión Africana contempla en la llamada Agenda 2063 al continente africano como autosuficiente y sostenible, así como que sea reconocido a escala internacional.
“Como complemento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, la Agenda 2063 sienta las bases para la resiliencia y el progreso social y económico de todo el continente. Las Naciones Unidas mantienen su firme compromiso de apoyar los esfuerzos de África”, señalaba el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en el Día de África del pasado 2018. En este sentido, Guterres destacaba que “lo que es bueno para África es bueno para el mundo”.
Presencia de la FIIAPP en África
La FIIAPP gestiona diversos proyectos en diferentes regiones del continente africano con el fin de mejorar la situación actual de África. Estos proyectos están centrados en seguridad y justicia, administración pública y asuntos sociales; y desarrollo económico y medioambiental.
Si hablamos de seguridad y justicia debemos destacar los proyectos ‘GAR-SI Sahel’, ‘SEACOP’, la ‘Aplicación del Estado de Derecho en el Cuerno de África y Yemen’, ‘SENSEC-UE Senegal’, ‘EUROMED Justicia IV’, ‘UE-ACT’, ‘ARAP Ghana’, la ‘Lucha contra el terrorismo en Oriente medio y norte de África’, ‘ECÍ-Níger’ y ‘A-TIPSOM’.
El jefe del proyecto A-TIPSOM, Rafael Ríos, señala que este proyecto “complementa la estrategia del gobierno de Nigeria, no solo para que las acciones sean viables y sostenibles sino para que la coordinación y la cooperación entre todos los países sean los pilares estructurales de una participación, a largo plazo, que pueda disminuir el número de mujeres y hombres que sean víctimas de la nueva forma de esclavitud en el siglo XXI”.
Por otro lado, la FIIAPP cuenta con diferentes proyectos centrados en administración pública y asuntos sociales como son ‘Bridging the Gap’, ‘SOCIEUX+’, ‘Apoyo al sistema de educación superior marroquí’, ‘Modernización de las finanzas públicas en Argelia’, ‘Fortalecimiento institucional del ministerio de comunicación y de sus socios de comunicación y audiovisuales en Marruecos’ y ‘Apoyo a la reforma institucional y al desarrollo de capacidades del instituto superior de la magistratura marroquí’ y ‘Convivir sin discriminación en Marruecos’.
Por su parte, Lucía Molo, técnica del proyecto ‘Convivir sin discriminación en Marruecos’, destaca que éste “tiene como objetivo principal reforzar los instrumentos y políticas públicas dirigidos a prevenir y combatir el racismo y la xenofobia hacia la población migrante en el Reino de Marruecos a través del acompañamiento, el intercambio y la transferencia de conocimientos”.
Asimismo, si nos centramos en proyectos enfocados en el desarrollo económico y medioambiental debemos destacar el ‘Fortalecimiento del sistema nacional de investigación e innovación en Túnez’ y la ‘Mejora del transporte de mercancías peligrosas por carretera en Marruecos’.
La coordinadora de este último proyecto al que hacemos referencia, Francisca Guzmán, destaca que el proyecto “aspira a mejorar la seguridad y a reforzar la estructura y las actividades ligadas al transporte de mercancías peligrosas por carretera en Marruecos y tiene como objetivo fundamental la elaboración de los textos reglamentarios mencionados en la ley 30/05”.
La FIIAPP ha desarrollado en el continente africano otros proyectos entre los que cabe destacar el ‘Apoyo al programa de desarrollo local a través del Fondo de Apoyo Social de Angola-FAS IV’. Con este proyecto, financiado por la Unión Europea y gestionado por la Fundación, se ha contribuido a la reducción de la pobreza a través de una efectiva descentralización en la prestación de servicios públicos básicos, así como con el aumento de los ingresos y de las oportunidades de negocio.