• 19 julio 2018

    |

    Posteado en : Opinión

    |
    facebook twitter linkedin

    Las mujeres con discapacidad, unidas por sus derechos en Sudán

    La sociedad civil tiene un rol clave en la inclusión de las personas con discapacidad, especialmente mujeres, en Sudán. El principal reto es que se tome conciencia de sus derechos, también a nivel institucional

     

    Las personas con discapacidad suponen en torno al 6% del total de ciudadanos de Sudán. A pesar de que existen políticas y leyes específicas destinadas a este grupo, estas personas siguen siendo discriminadas dentro de sus comunidades, en relación con el acceso a los servicios o sus derechos.

     

    El principal reto al que se enfrentan es la escasa sensibilización respecto a esos derechos específicos. Por ello, en la actualidad, las asociaciones de la sociedad civil trabajan activamente para que las personas con discapacidad en Sudán sean conscientes de sus derechos, de cómo obtenerlos, al mismo tiempo que impulsan políticas y leyes para promoverlos.

     

    El derecho a una mejor educación o el acceso al empleo son, por ejemplo, dos de los principales retos a los que se enfrentan. Las universidades y escuelas de Sudán no están bien equipadas para las personas con discapacidad. En el caso del mercado laboral, sí que hay puestos que pueden solicitar, pero existen problemas de accesibilidad al entorno de trabajo.

     

    En Sudán, además de las asociaciones dedicadas a cada tipo de discapacidad, existe la Organización de Mujeres con Discapacidad, que incluye a todas las mujeres independientemente del tipo de discapacidad que tengan. Esta organización funciona como una red que favorece el intercambio de experiencias entre las mujeres con discapacidad, lo que les permite entender las necesidades de sus compañeras: trabajan juntas para ayudarse y apoyarse mutuamente. Y es que el principal objetivo de la organización es la inclusión social de las mujeres con discapacidad en las comunidades.

     

    Una de las historias exitosas fruto de este trabajo fue el caso de una chica con discapacidad visual que dejó de ir a la escuela, estuvo en casa 14 años y ahora la organización la ha apoyado para completar su educación escolar. La enviaron a una institución especializada para personas ciegas, pagaron las cuotas para ella y ha aprobado el examen para acceder a la universidad.

     

    Otra mujer solicitó nuestra ayuda para acceder a la Universidad, ya que la Facultad de Educación la rechazó porque tenía discapacidad auditiva: cómo iba a trabajar como profesora en la escuela si no podía oír a los alumnos. Frente a esta situación, la organización fue a la Universidad para resolver este problema y consiguió que esta mujer pudiera seguir estudiando, lo que esperamos que en un futuro le permita desarrollar su carrera profesional como profesora.

     

    Y es que el acceso al empleo para las mujeres con discapacidad sigue siendo limitado en Sudán. De ahí que en la organización valoremos muy positivamente el trabajo que estamos desarrollando junto a Bridging the Gap, proyecto financiado por la Unión Europea, coordinado por la FIIAPP e implementado en Sudán a través de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS). En concreto, trabajamos en el estado de Gedaref para fortalecer las capacidades de mujeres con discapacidad procedentes de zonas rurales y, con ello, aumentar sus posibilidades para encontrar un empleo o crear oportunidades empresariales y de cooperativas.

     

    En estas capacitaciones, se promueve la concienciación de los profesores, las familias y las propias personas con discapacidad sobre el derecho a la educación y la inclusión de las mujeres con discapacidad en el mercado laboral, que beneficia a toda la sociedad. También trabajan en la creación de un mejor entorno, accesibilidad y equipamiento, y para que se trate de manera adecuada con personas con diferentes tipos de discapacidad.

     

    blog-sudan-web
    Akhyar Omar, a la derecha, durante una visita a la FIIAPP

     

    En general, la sociedad sudanesa considera la discapacidad como un estigma, aunque depende de las personas. Mientras que para algunos no es tan grave, otros esconden a sus hijos de amigos y familiares. Tienen miedo a tener hijos con discapacidad, especialmente niñas, porque creen que no serán capaces de protegerse a sí mismas mientras caminan por la calle, por ejemplo, de las agresiones sexuales. Así que las mantienen dentro de casa, que se convierte en una prisión para ellas. El acceso a la educación y, posteriormente, al mundo laboral, se convierte, por tanto, en una experiencia liberadora para ellas.

     

    Bridging the gap es un buen proyecto porque trabaja tanto con las autoridades del Gobierno como con las propias personas con discapacidad. Esto ayuda a Sudán, a la sociedad, a reducir la brecha entre personas con y sin discapacidad y que esto se refleje en políticas y leyes.

     

    En este sentido, el papel de la sociedad civil es clave ya que las instituciones del país suelen solicitar su apoyo cuando tienen que abordar temas de discapacidad debido a que los funcionarios no están preparados para tratar con personas con discapacidad. No obstante, el Consejo Nacional de las Personas con Discapacidad está trabajando en un Plan Estratégico para las Personas con Discapacidad en Sudán que, una vez que lo apruebe el Gobierno, deberá ser adoptado por todos los ministerios.

     

    En las organizaciones relacionadas con la discapacidad en Sudán, la representación de las mujeres ha sido escasa en el pasado. Pero ahora se considera que las mujeres tienen la capacidad y están preparadas dentro de las comunidades para hablar sobre sus derechos.

     

    Akhyar Omar, presidenta de la Organización de Mujeres con Discapacidad en Sudán

     

    Sobre el proyecto

     

    Bridging the Gap cuenta con el respaldo de las instituciones nacionales sudanesas y está en línea con la estrategia de desarrollo del país, que incluye el apoyo a la inclusión social de las personas con discapacidad. Por eso, el proyecto busca ayudar a fortalecer la participación de las organizaciones nacionales de la sociedad civil y las organizaciones de personas con discapacidad en los procesos de formulación de políticas. Desde la Organización de Mujeres con Discapacidad, siguen trabajando para que esas políticas inclusivas presten especial atención a las mujeres con discapacidad.