17/12/2021
Fundación Gabo y el programa EUROsociAL+ han organizado un taller con periodistas latinoamericanos para abordar la cobertura de la cohesión social
Veinticuatro periodistas de toda la región latinoamericana han participado durante una semana en el taller ‘Cobertura de los retos para la cohesión social en América Latina’. Estas sesiones las han organizado la Fundación Gabo y el programa EUROsociAL+, financiado por la Unión Europea y gestionado por la FIIAPP. El objetivo: ampliar las capacidades de los y las periodistas para realizar una mejor cobertura de los retos que plantea la cohesión social en la postpandemia.
El taller ha sido inaugurado por el director general de la Fundación Gabo, Jaime Abello, quien ha apelado a un periodismo “que desde su horizonte ético y su compromiso con el servicio público pueda investigar y amplificar las propuestas de soluciones, promover la confianza y la esperanza, y contrarrestar la polarización y desinformación que fragmenta a las sociedades”.
“La Fundación Gabo es un faro para el periodismo, pero también para la democracia” ha señalado la secretaria general de FIIAPP, Inmaculada Zamora, quien ha subrayado el poder que tiene fomentar una ciudadanía activa e informada mediante la formación y el estímulo a los y las periodistas desde la ética e inspirador por el legado de Gabriel García Márquez.
Mónica González, maestra del taller y miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo ha expuesto las razones por las que el oficio periodístico debe buscar nuevas miradas para desmenuzar los temores colectivos agudizados por la pandemia. Por su parte Sonia González, coordinadora del área de gobernanza de EUROsociAL+ ha subrayado que la cohesión social “no está en la agenda pública” y que a la recuperación económica “falta ponerle el apellido social y poner a las personas en el centro”.
1. Humanizar, no victimizar. Entender que no basta solo con conmover, con indignar, con relatar con creces los actos de violencia y dolor que marcaron la vida de alguien o su población. Asumir que el compromiso real es abordar las razones por las cuales dichos hechos no deben repetirse y evidenciar cómo estos aumentan las brechas sociales.
2. Buscar nuevas miradas para narrar los viejos problemas. La transformación no solo de los formatos y las plataformas obliga a los medios a diseñar otras maneras de acercar al público con los contenidos diarios, pero en el afán por alcanzar esa conexión no se debe caer en el morbo ni en el retrato superfluo.
3. Crear comunidad. Si bien entre la ciudadanía hay desconfianza, lo cierto es que entre los periodistas también, por ello es necesario impulsar la construcción de proyectos transnacionales para visibilizar los flagelos comunes que aquejan a toda la región.
4. Mostrar caminos. En la encrucijada por generar mayor tráfico y consumo de información, no se debe olvidar el deber de darle luz a la ciudadanía a través del periodismo. No es suficiente con decir lo que ocurre, es crucial desmenuzar el origen de lo sucedido y apuntar a las posibles soluciones.
5. Combatir la desinformación con investigación de calidad. La rigurosidad debe primar al momento de elaborar cualquier tipo de contenido, por más sencillo que sea.
6. No fomentar los discursos de odio. La desconfianza y el desafecto por lo público aumentan a medida que la desigualdad crece y, de cara a ese panorama, el periodismo se enfrenta a la necesidad urgente de explicar sin caer ni en el activismo ni en el llamado «buenismo».
7. Vencer el ego. Dejar de lado la sed de reconocimiento y aislarse la posición de héroe al momento de relatar la realidad, a fin de no intoxicar el trabajo al intentar destacarse solo por la crudeza o belleza de un contenido.