17/11/2020
Varios especialistas han explicado el protocolo de Minnesota para la investigación de muertes sospechosas con eficacia e imparcialidad desde el enfoque forense en el marco de I-CRIME.
La situación creada por la pandemia ha repercutido en los Institutos de Medicina Legal, por ello, desde I–CRIME, proyecto financiado por la Unión Europea, se ha impulsado la constitución de la Red Covid. Esta red, liderada por los especialistas Duarte Nuno, presidente de la Red Iberoamericana de instituciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses y Rafael Bañón, presidente del Comité Científico Técnico del Consejo Médico Forense de España, incluye a las direcciones de los Institutos Forenses que se encuentran en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que durante los últimos meses, han estado compartiendo su experiencia en relación a esta situación.
Entre las actividades de la Red, se han organizado dos sesiones de trabajo en torno al Protocolo de Minnesota. En estas sesiones, los especialistas se han acercado al protocolo desde su creación hasta su aplicación práctica, resaltando los problemas presentados en los institutos forenses y especialmente, los surgidos en relación a la COVID19.
El Protocolo de Minnesota se constituye como una plataforma exhaustiva y común al personal investigador forense, patólogos/as, agentes del orden, abogados/as, fiscales, jueces/zas y ONG para la investigación de toda muerte en circunstancias sospechosas ocurrida en cualquier parte del mundo. Su objetivo es garantizar la prontitud, imparcialidad y eficacia de la actuación forense y que ello sea un eje fundamental de la investigación, para que no prevalezca la impunidad y prevalezca una cultura de rendición de cuentas. La versión original del Protocolo de Minnesota, promulgada en el año 1991, fue revisada en el 2014 en el marco de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En este sentido, impulsada por el proyecto I–CRIME, en cuya gestión participa la FIIAPP, el profesor Duarte Nuno, ha realizado una exposición del marco normativo, objetivos y principios de actuación que inspiran la nueva versión revisada del Protocolo de Minnesota. En una segunda ponencia, el Dr. Rafael Bañón, ha revisado aspectos concretos recogidos por el Protocolo de Minnesota y otras guías de actuación como la Recomendación R(99)3 del Consejo de Europa, referidos a la estructura de las instituciones forenses y al papel que deben jugar en su articulación con otras instituciones y administraciones de los estados.
Tras las ponencias se ha generado un interesante debate, en el que se ha planteado la conveniencia de ampliar la difusión de los principios que inspiran el Protocolo de Minnesota a aspectos prácticos concretos relacionados con la investigación de métodos de tortura y otros tratos inhumanos o degradantes.
Al concluir la sesión, recogiendo la solicitud de los participantes, se ha acordado ampliar las actividades con la organización de una jornada similar sobre el protocolo de Estambul y su aplicación en el momento actual.