El seminario internacional “Drogas, vulnerabilidades y territorios urbanos” ha sido clausurado este miércoles 26 de abril, en Fortaleza, Ceará (Brasil),
defendiendo una nueva generación de política de drogas – más eficaz y humana. Durante tres días, el evento organizado por el programa europeo coliderado por la FIIAPP
COPOLAD III, junto con la
Secretaría Nacional de Políticas de Drogas y Gestión de Activos del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (SENAD/MJSP), ha reunido a
representantes técnicos y políticos, la academia y sociedad civil para intercambiar acciones y medidas eficaces adoptadas en 23 países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea.
Las conclusiones del evento serán enviadas al foro de alto nivel CELAC/UE sobre drogas de COPOLAD, que se reunirá en Barcelona (España) a finales de agosto. En el evento se ha debatido sobre políticas de lucha contra el narcotráfico, medidas para frenar el microtráfico y sobre cómo hacer políticas que abarquen las drogas, los territorios y la vulnerabilidad social. En el seminario han participado grupos gubernamentales y de la sociedad civil representados por diversas áreas como salud, justicia, policía, drogas, entidades bancarias, servicios sociales, cultura, juventud entre otras.
La directora del Área de Administración Pública y Asuntos Sociales de la FIIAPP, Peggy Martinello, ha apuntado que «el paradigma de las drogas ha cambiado. No se puede considerar las drogas únicamente desde una perspectiva de la justicia o la seguridad. Sus impactos tienen mucho que ver con la articulación de políticas sociales, debemos tener una visión intersectorial y multidimensional».
La multidisciplinariedad ha sido defendida como una práctica eficaz por el director de COPOLAD, Javier Sagredo. “Este espacio nos ha servido mucho para comprobar que sólo serán eficaces las políticas públicas integrales que traten las drogas en conjunto con otros elementos presentes en la vida de las comunidades. También es necesario trabajar con el concepto de seguridad pública ciudadana, que respete los derechos humanos”.
Por su parte, la Secretaria Nacional de Políticas sobre Drogas, Marta Machado, destacó la importancia de las políticas públicas basadas en evidencias para trabajar el tema. “Sabemos que las acciones deben tener bases sólidas. A lo largo de este tiempo, tenemos muchos insumos que comprueban la eficacia de las acciones que escuchan y tienen en cuenta las especificidades de cada contexto. Dividimos nuestra estrategia en grupos de trabajo para mujeres, indígenas, población negra periférica, niños y adolescentes y población en situación de calle. Con base en esto y en debates como los realizados en este seminario, lograremos avances significativos”.
En el tercer día, la magistrada Karen Louise Vilanova Batista ha participado en un panel que ha abordado los cambios y las respuestas efectivas al microtráfico. Ella ha señalado que muchas veces al Estado le cuesta ver a las personas en situación de vulnerabilidad. “Algunas personas encarceladas ni siquiera tienen documentos de identidad. Esto significa que no existen para el Estado. La primera política a la que deberían tener derecho es la seguridad social, y ni siquiera la reciben”, afirmó.
Valeria Vilaseca, embajadora de Bolivia en Bélgica, ha abordado el papel del Estado en la vulnerabilidad social y la questión de género. “Hay personas en situación de vulnerabilidad porque el Estado las puso ahí. En este escenario, las mujeres de sectores más populares son las que más sufren, porque las comunidades están bajo su responsabilidad”, ha destacado.
El objetivo del seminario es contribuir a un abordaje integral de la política de drogas, discutiendo y explorando formas alternativas de desarrollo y políticas públicas más humanas y eficaces, centradas en los grupos más vulnerables. Se abordaron temas como la relación entre las drogas y las poblaciones más vulnerables, la vida en las calles, la reducción de riesgos y daños, los servicios de atención, monitoreo y cuidado, las desigualdades de género, raza y etnia, la inclusión social y económica, la territorialización de las políticas públicas, los enfoques comunitarios y los procesos de inclusión económica.
Además de los debates, los participantes han tenido la oportunidad de participar en experiencias en el barrio de Moura Brasil, afectado por el consumo y microtráfico. Los espacios han sido una oportunidad para conocer las potencialidades que existen en estos territorios y que pueden ser amplificadas a través de las políticas públicas. También hubo una exposición de trabajos de comunidades vulnerables de los 23 países participantes en la Estação das Artes, con el fin de mostrar el talento presente en los territorios.
El evento ha acogido a representantes de organizaciones internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) y la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Entre los países invitados figuran Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, Bahamas, Barbados, Belice, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Bulgaria, Grecia y Portugal.