04/12/2014
El proyecto “Tratamiento de sustancias químicas y biológicas peligrosas en la región de la fachada atlántica africana y Túnez”, financiado por la Unión Europea y liderado por la FIIAPP, apoyará con su trabajo a reducir el riesgo de infección y así evitar contraer enfermedades como el ébola.
El actual brote de ébola comenzó algunas semanas después del inicio del proyecto y desde entonces el foco en África Occidental se ha agudizado con respecto al tratamiento de residuos biológicos peligrosos. En las misiones de investigación que se han realizado en Liberia y otros 5 países del África Occidental, el equipo de trabajo del proyecto ha encontrado sólo una incineradora moderna capaz de destruir los residuos biológicos peligrosos sin contaminar. Se ha descubierto, con estas misiones, que muy pocos países en la región tienen muy poca o ninguna capacidad de neutralizar o destruir residuos biológicos peligrosos. En muchos casos se envían a vertederos donde se mezclan con residuos ordinarios y esto hace que probablemente se filtren en el ecosistema.
Aunque la incineración no es la única forma de neutralizar o destruir residuos biológicos peligrosos, este proyecto, NRBQ 35, ha llamado la atención del Banco Mundial sobre la falta de capacidad de incineración en esta región y este organismo ha financiado la instalación de 12 incineradoras en Liberia. La primera tarea será limpiar algunos centros de tratamiento como el de JFK, Redemption y ELWA destruyendo una gran cantidad acumulada de residuos biológicos peligrosos y altamente infecciosos.
A principios de 2015, las actividades del proyecto se centrarán en formar a personal de la región, con normas internacionalmente reconocidas, sobre el manejo de residuos biológicos peligrosos, incluyendo temas relacionados con el virus del ébola, con el fin de reducir el riesgo de infección. También se llevará a cabo una campaña de concienciación pública en la región.
El objetivo del proyecto, que cuenta con la iniciativa del Centro de Excelencia de NRBQ (CoE), es mejorar el manejo de residuos químicos y biológicos peligrosos en 7 países de la región de la fachada atlántica africana y en Túnez.
El proyecto se une a los esfuerzos realizados por todo el mundo para luchar contra la epidemia del ébola.