08/03/2023
Un informe de la FIIAPP, OIT y Euroclima asegura que la transición ecológica puede reducir la brecha de género
El informe Empleos verdes, una oportunidad para las mujeres en América Latina. Cambio climático, género y transición justa, una investigación que nace de la colaboración entre la FIIAPP, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el programa Euroclima de la Unión Europea, explora cómo las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático contribuyen a la igualdad de género mediante la creación de empleos verdes.
Hablar de transición justa implica un enfoque integrado que reconozca la interdependencia de las políticas climática y ambiental, económica, social y de género y, también una perspectiva de género más sólida en los diagnósticos sobre los efectos del cambio climático y el diseño de políticas de adaptación y mitigación de este fenómeno.
El informe fue presentado en un evento virtual por Claudia Coenjaerts, Directora Regional a.i. de la OIT para América Latina y el Caribe, e Inmaculada Zamora, Secretaria General de la FIIAPP. En el acto también participaron Dali Angel, Coordinadora del Programa Juventud y Mujer Indígena del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) y María Elena Valenzuela, autora del informe.
La investigación constata que el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos tienen un impacto desigual en hombres y mujeres. Los desastres naturales aumentan la carga de trabajo de las mujeres, que son las que llevan la carga de las tareas de cuidado en las familias. Este hecho se ve agravado por la falta de servicios básicos y cierre de escuelas, lo que lleva a que muchas mujeres se retiren del mercado de trabajo, perdiendo sus fuentes de ingreso y sus opciones de autonomía personal.
Incorporar una dimensión de género a estas políticas implica actuar sobre las desventajas -mayor analfabetismo digital, menor acceso al capital, la tierra, el financiamiento y la asistencia técnica- que enfrentan las mujeres. “Si no se aplican las políticas apropiadas, se corre el riesgo de aumentar las brechas de desigualdad. La transición hacia un modelo económico más sostenible va a conllevar la creación de toda una nueva generación de empleos verdes.”, ha asegurado Inmaculada Zamora, Secretaria General de la FIIAPP.
Un estudio previo de la OIT y el BID estimó que la transición hacia una economía más sostenible podría suponer la creación de hasta 22,5 millones de nuevos empleos en sectores como agricultura, silvicultura, energías renovables, construcción y manufacturas. Sin embargo, la mayoría de estos empleos se generarían en sectores muy masculinizados por lo que solo 4 millones serían ocupados por mujeres.
El informe apunta que la segregación ocupacional y las imágenes de carreras apropiadas para hombres y mujeres persisten, a pesar del aumento del nivel educativo de las mujeres, que hoy supera al de los hombres. Los estereotipos de género desincentivan el ingreso de las mujeres a carreras científicas y tecnológicas, de modo que las mujeres están subrepresentadas en las áreas de actividad económica relativas a la descarbonización. Por ello, Asimismo, las estrategias de lucha contra el cambio climático deben empoderar a las mujeres -especialmente indígenas y afrodescendientes- y aumentar su participación en las instancias de discusión, negociación y toma de decisión respecto a los temas climáticos.
Frente a esta realidad, Claudia Coenjaerts afirma: “Si las respuestas de política climática son neutras en cuanto al género pueden tener efectos negativos (…) Es imprescindible aprovechar la oportunidad para que las políticas climáticas sean parte de una agenda transformadora que promueva una transición justa con sociedades más sostenibles y menos desiguales”. Se refiere a una transición justa que contribuya a los objetivos del trabajo decente, la inclusión social, la eliminación de la pobreza y la igualdad de género.
Para alcanzar estos objetivos serían necesarias, por un lado, una alianza entre las instituciones políticas responsables de las cuestiones de medio ambiente, trabajo y educación y, por otro, incorporar en los planes de igualdad de género medidas específicas para hacer frente al desproporcionado impacto que el cambio climático tiene sobre la vida de las mujeres latinoamericanas.
Puede consultar el informe aquí.