10/10/2023
Inicia su andadura el proyecto para construir políticas públicas que acaben con el hambre y la malnutrición y garanticen el derecho humano a la alimentación
¿Cuántas políticas se necesitan para acabar con el hambre? ¿La suma de medidas desde distintos sectores como el agrícola, el sanitario y el ambiental? ¿O una sola voluntad política que aúne los esfuerzos de distintos ministerios e instituciones? ¿Una en cada país o un solo movimiento internacional? Con este debate ha arrancado hoy en Madrid el proyecto EU4SUN, implementado por la FIIAPP (Cooperación Española) y Expertise France (cooperación francesa) que representa una de las principales aportaciones de la Unión Europea al movimiento internacional SUN para la ampliación de la nutrición impulsado por Naciones Unidas desde 2010. Se desarrollará en Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Perú y Panamá (en América Latina), Benín, Burkina Faso, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Níger, Senegal y Togo (en África occidental) y Europa.
Entre las instituciones españolas participantes que movilizarán a expertos y expertas se encuentran la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutricional (AESAN), la Agencia de Salud Pública catalana, el Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Universidad de Sevilla y Enraíza Derechos.
“El reto de acabar con el hambre requiere de esfuerzos concertados que se traduzcan en compromisos políticos para la ejecución real de políticas y programas y en la movilización de recursos suficientes para lograr garantizar globalmente el derecho humano a la alimentación. La FIIAPP entra por primera vez en este reto político global con la ambición de poner a pensar y aprender juntas a instituciones de agricultura, salud, medio ambiente e igualdad, entre otras, de América Latina, África occidental y Europa”, ha asegurado la directora de la FIIAPP, Anna Terrón.
Erwin Ronquillo, secretario técnico de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, ha destacado que “el reto como Estado es garantizar que la atención que requiere la primera infancia, con énfasis en los primeros 1000 días de vida, continúe siendo una política sostenida con presupuesto y personal para ejecutar acciones basadas en la evidencia. Si bien es cierto que Ecuador hace un par de semanas mostró los primeros resultados alentadores en el combate a esta problemática al alcanzar una reducción de 3.5 puntos porcentuales en la Desnutrición Crónica Infantil, aún se requiere sumar voluntades, comprometer a los futuros gobiernos y a la multiplicidad de actores involucrados para entregar a nuestras niñas y niños un mejor presente y un futuro de oportunidades. Las cifras demuestran que hoy, 20 mil menores de 2 años están a salvo de esta condición; sin embargo, la meta es que gradualmente vayamos incrementando el número de infantes más sanos, más fuertes y con mejores condiciones de desarrollo».
Patricia Ngoran-Theckly, consejera de la Presidencia de Costa de Marfil y coordinadora de Punto Focal SUN ha destacado el compromiso de su país “en el impulso a la integración de políticas y medidas sobre sistemas alimentarios, salud y protección social” a tiempo que ilustraba los vínculos entre la nutrición y el desarrollo económico y social.
Helena Guarín, representante de la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Unión Europea, ha destacado la máxima pertinencia de este proyecto en un contexto de crisis alimentarias como el actual y ha anunciado el compromiso europeo de trabajar por la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, en un cruce con la agenda verde y por la soberanía alimentaria para reducir la dependencia de las importaciones de los países más vulnerables.
Sonia Ancellin-Panzani, representante del Secretariado del Movimiento SUN, ha dado la bienvenida a la Unión Europea al movimiento SUN “del que apreciamos enormemente su compromiso con el refuerzo de capacidades a través de la asistencia técnica y la flexibilidad mostrada tanto por la FIIAPP como por Expertise France para hacerlo con soluciones específicas y adaptadas a cada contexto, basándose en la escucha de la demanda de los países.
Hasta julio de 2026, con un presupuesto total de 4 millones de euros, distintas instituciones de los países implicados intercambiarán conocimiento y experiencias para la construcción de políticas públicas, leyes, normativas e instituciones especializadas.
Aprovechar el impulso de la agenda verde para crear sistemas alimentarios más sostenibles que beneficien a pequeños agricultores y agricultoras, el uso de las escuelas como puntos estratégicos para que todos los niños y niñas puedan tener un desayuno y un almuerzo saludable, la concienciación sobre dietas saludables, la importancia de la lactancia materna, la educación nutricional desde la infancia o normativas sobre etiquetado comprensible han sido ya algunas de las claves identificadas en el centro del proyecto.
El proyecto analizará la demanda específica de cada país, promoverá el aprendizaje directo entre instituciones a través del intercambio de experiencias de éxito y establecerá una hoja de ruta para avanzar en la realización del derecho a la alimentación y el fortalecimiento de agendas regionales.