10/06/2024
La Guardia civil y tres gendarmerías europeas trabajan de nuevo juntas con el objetivo de estabilizar África Occidental
Arranca la tercera fase del proyecto Grupos de Acción Rápida, Vigilancia e Intervención (Groupes de Action Rapide Surveillance et Intervention, GARSI). El proyecto, liderado por FIIAPP/Cooperación Española movilizará en Mauritania y Senegal a agentes de la Guardia Civil, Gendarmería Nacional y Civipol (Francia), Guardia republicana portuguesa y Arma dei Carabinieri italiana, tiene como objetivo, de crear con sus homólogos africanos, grupos de acción rápida en las zonas de intervención de Senegal y Mauritania y valorar una extensión a otros países del Golfo de Guinea, como Ghana, Costa de Marfil, Togo y Benín.
Togo y Benín están en los 30 primeros puestos del Índice Global de Terrorismo. La presión que los grupos terroristas están haciendo sobre los países del Golfo de Guinea para ampliar su influencia y buscar una salida al mar para el tráfico de ilícitos está siendo creciente, y varios Gobiernos se han interesado ya por el proyecto para contener esta amenaza. Esta fase adquiere mayor importancia geoestratégica por la necesidad de contener el auge yihadista en la región y poner las bases de seguridad necesarias para su desarrollo.
En los próximos 24 meses se constituirá una segunda unidad GARSI en Senegal (Saraya, frontera con Malí) y una tercera en Mauritania (Aleg). La mitad de todos los atentados de África y 1 de cada 3 atentados del mundo se lleva a cabo en el Sahel, con un aumento del 22% respecto a 2022, según el Índice Global de Terrorismo. La intervención es liderada por España en la modalidad de trabajo Equipo Europa y prevé una duración de dos años y 10.850.000€ de financiación europea. Este modelo de intervención se inspira en los grupos de acción rápida de Guardia Civil constituidos en España para luchar contra el terrorismo en los años 80.
Mejorar la seguridad de la población y del control del territorio respetando el estado de Derecho, posibilitar el acceso de la población a los servicios públicos y a la economía local, garantizar el control por parte de las instituciones del Estado en las zonas fronterizas, mejorar la cooperación transfronteriza y poder intervenir en casos de crisis de seguridad son los objetivos específicos de la tercera fase.
Basado en un enfoque de gestión civil de la seguridad, el GARSI adapta el modelo de los Grupos de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil a los países del Sahel, permitiendo el despliegue de unidades ágiles, flexibles y con gran capacidad de adaptación en zonas con presencia de grupos armados y escaso alcance del Estado. Estos grupos se crean desde la demanda originada en los países socios. Se crea un marco jurídico para cada unidad y se emprende en ese momento su formación y equipamiento. Este proceso tiene una duración aproximada de dos años y un coste de unos 5 millones de euros por unidad.
El proyecto ha contribuido hasta ahora a la creación y equipamiento de 13 unidades, con más de 1.700 gendarmes formados de seis países. Las dos fases anteriores tuvieron lugar entre 2017 y 2021.
Entre otros resultados, estas unidades consiguieron la liberación de 300 niños soldados en Malí, la seguridad y el control de tráficos ilícitos en las carreteras que unen Malí con Guinea y Senegal, así como la confiscación de armas en estas rutas. Se desmantelaron también grupos de explotación ilegal de minas de oro, que estaban generando vertidos de ácidos al río Níger, causando serios problemas ambientales y de salud pública. Los sanitarios que dependen de las unidades realizaron más de 10 000 consultas médicas a la población en las zonas de despliegue.
El Coronel Miguel Ángel Hernández Domínguez, designado por Guardia Civil para liderar esta nueva fase del proyecto, cuenta con una relevante experiencia internacional en Haití, donde entre 2018 y 2020 dirigió con Naciones Unidas operaciones contra el crimen organizado, el tráfico de drogas y la violencia de bandas y en Guatemala (1995-1997) como parte de la misión de Naciones Unidas en el país, siendo observador de paz entre el Ejército y las guerrillas y supervisando el respeto a los derechos humanos por ambas partes. Entre 1998 y 2005 fue jefe del servicio de contraterrorismo de Guardia Civil en San Sebastián. Durante los últimos nueve años ha sido coordinador de las unidades territoriales en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Formado inicialmente en la Academia militar de Zaragoza, es Máster en Análisis y Prevención de Terrorismo por la Universidad Rey Juan Carlos.