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13 agosto 2020
Categoría : Entrevista
Cooperar: intercambiar soluciones a problemas comunes
El coordinador del proyecto de cooperación europeo de competencia en Albania nos cuenta cómo han sido los últimos meses de trabajo en plena crisis sanitaria
Alberto Herrera, coordinador del proyecto de cooperación financiado por la UE “Fortalecimiento de la autoridad de la competencia de Albania” nos comparte desde este país su mirada sobre el contexto actual originado por la COVID19. Nos cuenta cómo ha logrado el proyecto adaptar las formaciones y actividades de manera repentina a la nueva modalidad, sin sacrificar los resultados. Además, nos habla sobre la importancia de la vigilancia de la competencia en plena crisis sanitaria y la cooperación como la piedra angular para propiciar el intercambio de especialistas.
¿De qué trata el proyecto y qué dificultades han surgido con la llegada de la pandemia?
El proyecto que coordino se trata de un proyecto Twinning, financiado por la Unión Europea y ejecutado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la FIIAPP. El objetivo del proyecto es asegurar la protección de la libre competencia en Albania y se hace a través de actividades formativas entre expertos españoles y sus homólogos albaneses, que hasta que comenzó la pandemia requería de la presencia de los españoles en el país balcánico.
Por tanto, el brote de la COVID19 y las consiguientes medidas de distanciamiento social y confinamiento impuestas tanto en España como en Albania, nos cogieron totalmente desprevenidos, supongo que como a todo el mundo. Ello forzó a la cancelación de las actividades ya previstas, dada la imposibilidad de los expertos para viajar desde España, lo que nos sumió en una gran incertidumbre inicial.
No obstante, eso no supuso en ningún caso la paralización de la actividad de nuestra oficina en Albania, desde donde, desde un primer momento, en modalidad de teletrabajo, centramos nuestros esfuerzos en el análisis de las estrategias más adecuadas para asegurar la continuidad y consecución de los objetivos del proyecto, la coordinación entre todas las partes para un adecuado diseño y replanificación de actividades y el replanteamiento de la estrategia de comunicación.
¿Qué medidas de seguridad se establecieron en Albania?, ¿Cómo se ha adaptado el trabajo del proyecto a la situación?
En Albania se han adoptado medidas similares a las tenidas en cuenta en los distintos países de su entorno, así como en los estados de la Unión Europea: confinamiento de la población, toques de queda en determinados periodos del día, cierre de las fronteras terrestres, interrupción del transporte regular de pasajeros por aire y mar, suspensión de la actividad de gran parte de las instituciones públicas y sector privado o el cierre de instalaciones deportivas, culturales y de ocio.
Pero una vez que la situación en Albania comenzó a esclarecerse, con la vuelta al trabajo en oficina, a mediados de abril, desde el proyecto se concretó la forma de retomar las actividades con el objetivo de conseguir los mismos resultados que los obtenidos presencialmente.
Partiendo de esta condición, así como teniendo en cuenta las preferencias y necesidades de nuestro beneficiario, desde el proyecto planteamos a las instituciones involucradas la posibilidad de ir más allá de la impartición online de clases magistrales y organizar una modalidad e-learning, a semejanza de las empleadas por muchas universidades y empresas.
Finalmente, la plataforma elegida fue moodle, puesta a disposición por la FIIAPP y que permite el desarrollo de formaciones interactivas a partir de los materiales didácticos elaborados por los expertos de la CNMC.
¿La pandemia ha afectado a la materia sobre la que trabaja el proyecto?
Desde los inicios de esta crisis, la Comisión Europea y las Autoridades de Competencia de los Estado Miembros, como la CNMC, fijaron como objetivo primordial asegurar que los productos esenciales para proteger la salud de los consumidores frente al virus, como las mascarillas y los geles desinfectantes, continuasen disponibles a precios competitivos.
Por tanto, las investigaciones destinadas a descubrir y sancionar acuerdos anticompetitivos entre operadores o abusos por parte de empresas con posición dominante en sectores sensibles a la crisis sanitaria se han convertido en una prioridad por las Autoridades de Competencia de nuestro entorno, incluida la albanesa.
En línea con estos objetivos, y con el propósito de contribuir a la lucha contra la pandemia en Albania dentro de la esfera de nuestro proyecto, iniciamos una interesante iniciativa que ha permitido ahondar en la colaboración prestada a nuestro beneficiario.
En particular, esta iniciativa ha consistido en la puesta a disposición de la Autoridad de Competencia albanesa por la CNMC de información no confidencial relativa a las acciones e investigaciones llevadas a cabo por esta última con finalidad de proteger a los consumidores. Un ejemplo fue la puesta en marcha de un buzón para centralizar denuncias y consultas relacionadas con la aplicación de las normas de competencia en el contexto de la COVID19 o el inicio de investigaciones en los mercados de producción y distribución de los mercados sanitarios o servicios funerarios.
¿Por qué es importante que, en un momento difícil como este, la cooperación no se detenga?
En estos tiempos difíciles en los que las nociones o valores de transnacionalidad y ciudadanía universal parecen ponerse en tela de juicio, la cooperación entre países cobra aún más sentido: el intercambio de experiencias, conocimientos técnicos y de gestión entablado en el marco de proyectos de cooperación técnica como el nuestro es bidireccional. Bidireccional porque no sólo juega en favor del país beneficiario, sino también resulta enriquecedor para el país implementador. Por tanto, ante circunstancias adversas, la cooperación internacional supone una oportunidad única para el intercambio de soluciones a problemas que nos afectan a todos.
¿Cuál es la situación actual en Albania?; ¿Y la del proyecto?
Aunque hubo contagios, la incidencia de la enfermedad en Albania fue inferior a la registrada en los países de Europa occidental. el país ha trabajado en reactivar su actividad y economía, y las medidas adoptadas han ido paulatinamente levantándose, eso sí, con la adopción de las debidas precauciones.
Con respecto al proyecto Las partes implicadas han acordado una prórroga por dos meses, que es aproximadamente el periodo que han estado las actividades suspendidas, lo que permitirá la finalización de las actividades previstas.
¿Cómo ha sido la relación con la FIIAPP durante este período complejo?
Desde el inicio de esta crisis, ha habido una constante preocupación y coordinación desde la FIIAPP, en primer lugar, para garantizar la seguridad de las personas que nos encontramos desplazados en el extranjero y, en segundo lugar, para asegurar la continuidad de los proyectos, dada la importancia de la cooperación para las partes implicadas, como he señalado con anterioridad.
Asimismo, una vez que las partes del proyecto se pusieron de acuerdo en la reanudación de las actividades online, el apoyo de la FIIAPP, poniendo a disposición del proyecto la plataforma moodle , ha sido decisiva para garantizar la consecución de unos óptimos resultados, así como el soporte técnico y colaboración del Departamento de Gestión del Conocimiento, responsable de la misma.
Sin duda, la puesta en marcha de las actividades en formato e-learning no hubiera sido posible sin el apoyo e intervención de Gestión del Conocimiento, a través de la carga de los contenidos didácticos en la plataforma.
¿A pesar de todo lo negativo que ha traído la pandemia, hay algo positivo que podáis extraer de la situación vivida?
Desafortunadamente, me siento incapaz de extraer alguna consecuencia positiva de toda la situación vivida. Tal vez, pasado un tiempo y con algo de perspectiva, sea posible alcanzar alguna reflexión constructiva sobre todo esto, que no se limite a la repetición de tópicos y frases hechas.
Desde mi punto de vista, esta crisis sanitaria nos ha colocado en una situación muy complicada, de alcance y consecuencias aún por determinar. No sólo ha provocado el dolor de todos aquellos que han perdido algún ser querido, sino que también ha privado a muchas personas de su medio de vida, poniéndoles en una situación de incertidumbre y precariedad económica y laboral.
Asimismo, durante prolongados periodos de tiempo, gran parte de la población se ha visto sometida a una gran presión y estrés derivados de las medidas de confinamiento y distanciamiento social adoptadas por los distintos gobiernos, con el consiguiente menoscabo de la salud física y mental.
Todo ello, sin perder de vista el cercenamiento sufrido por principios, valores y derechos que, en sociedades democráticas, creíamos incuestionables. Por ejemplo, los derechos de reunión, libertad de circulación, entre otros. Lamento no poder ofrecer una visión más positiva pero, a día de hoy, no creo que estos acontecimientos vayan a contribuir a mejorar nuestro mundo o a hacernos mejores personas.
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