22/06/2018
El proyecto europeo de apoyo a la lucha contra el narcotráfico organiza un taller regional, que ha permitido mejorar la coordinación internacional de la policía
Bolivia, un país con 7252 kilómetros de fronteras terrestres-fluviales, linda con 5 países de la región: Perú, Chile, Paraguay, Argentina y Brasil, motivo entre otros, aparte de ser país céntrico en América del Sur, para que sea tránsito de muchas de las actividades ilícitas en la zona. A pesar de esto, hasta junio de 2017, cuando se crea la Dirección Nacional de Fronteras (DINAFRON), no existía una verdadera unidad de la policía boliviana que tuviera como misión fundamental el control de las fronteras.
Sin embargo, aún se manifiesta en la DINAFRON la falta de personal, medios técnicos y tecnológicos para cubrir una extensión de frontera tan diversa. Por ello, el proyecto Apoyo europeo a las fuerzas especiales de lucha contra la droga en la aplicación de la ley, gestionado por la FIIAPP en colaboración con el CONALTID y financiado por la UE, ha organizado un taller regional en el que la DINAFRON ha tratado de lograr una mayor eficiencia y coordinación acompañada por sus homólogas de Perú, Chile, Paraguay, Brasil y Argentina.
El taller ha tenido por objetivo proporcionar una visión lógica de cómo debe ser la gestión, la organización, las estructuras y las funciones de coordinación y cooperación que deben realizar los funcionarios policiales encargados del control y la seguridad de sus fronteras terrestres. Además, también ha supuesto una toma de contacto para, de cara al futuro, coordinarse de forma más precisa con otros proyectos ya iniciados en esa temática, como EL PAcCTO, e incluso con otros que van a iniciarse, como AMERIFRON.
Asimismo, en el taller se ha tratado de desarrollar un sistema de cooperación operacional regional en las fronteras terrestres en la zona, mejorando así los intercambios de información transfronteriza.
En la actividad han participado altos funcionarios policiales de Bolivia, Perú, Chile, Paraguay, Brasil y Argentina; su acto de clausura contó con altos representantes de todos los países participantes, como el ministro del Gobierno de Bolivia o los Embajadores de Paraguay y Chile, así como los Cónsules de Brasil, Argentina y Perú y el jefe del equipo de proyecto en representación de la Delegación de la Unión Europea.