06/04/2015
El Ministerio de Salud de El Salvador ha organizado, con el apoyo de EUROsociAL, un taller sobre “información independiente y uso racional de medicamentos”, que reunió la mayoría de los actores nacionales involucrados en la política farmacéutica.
26/01/2015
17/03/2015
02/03/2015
23/01/2015
El taller, organizado los días 24 y 25 de marzo con el apoyo de EUROsociAL, programa de cooperación de la Unión Europea y gestionado por la FIIAPP ha marcado un hito en la política nacional farmacéutica. Inaugurado por el Vice-Ministro de Salud y el Director Nacional de Medicamentos, reunía por primera vez a todos los actores (ministerio, regulador, instituciones aseguradoras, academia) para abordar la cuestión del uso racional de medicamentos.
EUROsociAL ha movilizado para este taller las experiencias de España, Argentina y Colombia. El país andino, que cuenta desde 2013 con el apoyo de EUROsociAL para implementar su programa nacional de uso racional, inicia de esta manera un partenariado sostenido con El Salvador, fruto de una reflexión sobre los aciertos y obstáculos de su propio proceso. Este ejercicio de coordinación interinstitucional, ha permitido establecer una hoja de ruta para el programa nacional de uso racional de medicamentos.
Hasta el año 2013, acceder a medicamentos era un lujo para gran parte de la población salvadoreña. Como reconoció el Vice-Ministro de Salud, Eduardo Espinoza, el país conocía una situación dramática: “precios más altos del mundo, desabastecimiento de un 50%; gastos en salud del quintil más pobre dedicado en un 80% a la compra de medicamentos”. Avanzar hacia una ley de medicamentos que garantice el derecho efectivo a la salud, se había convertido en una prioridad para el gobierno y en 2012 se aprobó un sólido marco normativo.
Desde entonces, se han conseguido considerables mejoras en el abastecimiento (85%[i]) y en el control de precios, pero un reto sigue vigente: limitar el uso irracional de medicamentos, que tiene consecuencias negativas sobre la salud de la población y sobre el gasto en salud, afectando a las personas más vulnerables (más propensas a la automedicación, más permeables a la desinformación y más perjudicadas en su gasto en medicamentos). Hoy en día el 70% del gasto anual en medicamentos es privado (pagado directamente por los pacientes, sin contribución del sistema público), y el 80% de este gasto no tiene prescripción médica. Además los medicamentos más consumidos no se corresponden con el perfil epidemiológico del país.