08/02/2021
El proyecto ICRIME ha realizado sesiones formativas para abordar el uso de bases de datos de ADN en las investigaciones junto a los países del Sistema de la Integración Centroamericana
A lo largo de dos semanas de formación a través de la plataforma Connect FIIAPP, especialistas de I–CRIME, proyecto financiado por la Unión Europea, han abordado los aspectos técnicos derivados del uso de bases de datos de ADN en las investigaciones criminales. Esta actividad supone una continuación de las jornadas de trabajo realizadas durante el pasado año por I–CRIME, proyecto en cuya gestión participa la FIIAPP.
La formación ha resultado ser una actividad clave ya que en gran parte de los países pertenecientes al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), aún no se ha realizado una legislación específica en relación al uso de bases de datos de ADN a pesar de la importancia que tiene para la investigación criminal y la identificación de personas desaparecidas.
En esta actividad se ha presentado el modelo utilizado en España para la incorporación de perfiles genéticos y los distintos pasos que se han ido siguiendo hasta llegar a su desarrollo actual. Después de exponer las ventajas que el uso de una base de datos puede aportar a la investigación criminal, a la búsqueda de personas desaparecidas o en la gestión de grandes catástrofes, se ha revisado la situación en Europa, donde a través del Tratado de Prum se ha hecho posible el intercambio de esta información en el ámbito internacional.
Además, se ha profundizado en los distintos aspectos técnicos relacionados con los tipos de perfiles, la selección de los marcadores o los algoritmos de búsqueda. Esta formación ha estado acompañada constantemente por la presentación y análisis de casos prácticos permitiendo una gran interacción entre los participantes.
Durante las sesiones se ha hecho especial incidencia al uso de las bases de datos aplicado a la identificación de personas, materia que adquiere gran importancia en la región SICA, que comparte una problemática común de movimientos migratorios, cadáveres sin identificar y la necesidad de afrontar la gestión de grandes catástrofes con víctimas múltiples.
La actividad ha sido coordinada por Eusebio López, Administrador Nacional de la Base de Datos de ADN del Ministerio del Interior y se ha desarrollado con la participación de Alicia Bofarull, experta en genética forense del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses y Marta Ventura, especialista en genética de la Comisaría General de Policía Científica.