Necesidades en las fronteras entre Haití y República Dominicana

Haití es el país más pobre e inestable de las Américas y la pandemia de la COVID19 ha tenido un impacto importante en la gestión de las fronteras con su vecina República Dominicana. Esto ha implicado un aumento de los delitos vinculados al crimen organizado y la trata de personas, especialmente de la población más vulnerable, mujeres y menores, con fines de explotación sexual y laboral.

 En este contexto el proyecto de seguridad fronteriza financiado por la Unión Europea y gestionado por la FIIAPP y por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), está trabajando en la identificación de las necesidades emergentes para hacer frente a estos delitos y mejorar la estabilidad y la gestión de las fronteras. En el marco del proyecto que empezó en septiembre, se ha realizado una misión de identificación de necesidades en terreno en las fronteras de Elías Piña y Jimaní, situadas entre Haití y República Dominicana.

El proyecto tiene como objetivo luchar contra el crimen organizado en general y especialmente contra la trata de personas entre Haití, República Dominicana, Jamaica y la Unión Europea con una fuerte intervención en las cuatro fronteras entre Haití y Dominicana.

Para hacer frente a este problema, la FIIAPP y la OIM, implementarán una serie de actividades adaptadas a la situación humanitaria que se ha generado en las fronteras que hay entre los dos países. Dichas actividades incluyen capacitaciones prácticas entre las instituciones implicadas, acompañamiento de operaciones y visitas regionales y visitas a Europa.

Durante la misión se han identificado necesidades como mejorar las habilidades de las instituciones locales en inteligencia, el manejo de fuentes humanas, la seguridad perimetral, el intercambio de información entre fiscales, la digitalización de la frontera, la investigación de los delitos de trata y la atención a las víctimas.

El coordinador del proyecto y el experto en seguridad se han trasladado a las fronteras de Elías Piña y Jimaní para realizar talleres participativos con especialistas locales que trabajan diariamente con la población que cruza una de las fronteras más complejas de la región.

En las próximas semanas, además de comenzar con la implementación de las primeras actividades, se continuará con la identificación de necesidades en las otras fronteras que comparten Haití y República Dominicana, con dos especialistas movilizados desde Europa para apoyar al equipo residente.