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07 noviembre 2014
Categoría : Entrevista
»Todos los países tienen un gran interés en proteger a su población y a su medio ambiente»
La FIIAPP gestiona actualmente siete proyectos, financiados por la Comisión Europea, de defensa contra amenazas Nucleares, Radiológicas, Biológicas y Químicas (NRBQ), amenazas que van desde el vertido contaminante de un barco hasta la propagación de enfermedades por los desechos de material hospitalario. Uno de estos proyectos es el de "Manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos en la región de la fachada atlántica africana y Túnez”. El jefe del proyecto, Andrew Proudlove, nos cuenta en qué consiste y cómo durante su primera fase de desarrollo se encontraron con la crisis del ébola en los países de estudio.
¿Cuál es el objetivo del proyecto NRBQ 35?
El objetivo del proyecto es mejorar (o iniciar) mejores prácticas en el manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos en países de la región de la fachada atlántica africana (Costa de Marfil, Gabón, Liberia, Mauritania, Marruecos, Senegal y Togo) y Túnez.
En el campo de protección civil, todos los países en esta región han intensificado la cooperación entre ellos y están dispuestos a intercambiar las mejores prácticas con la Unión Europea tanto en el campo de la prevención de desastres químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (ya sean naturales o provocados) como en la preparación y respuesta. Hay una gran variedad de proyectos relacionados con este tema financiados por la Unión Europea y ya hay 40 que están en marcha en ésta y otras regiones.
¿Cuál es el plan del proyecto para conseguir este objetivo?
Simplificando, tenemos previsto dar formación a todos los que están implicados con el manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos. Además de este proceso de formación también pretendemos sensibilizar al público del problema.
El proyecto se desarrolla en ocho países y cada país es muy diferente y tiene sus propias prioridades. Algunos, por ejemplo, están interesados en desechos químicos peligrosos, como los pertenecientes a laboratorios químicos. Pero todos los países tienen un gran interés en proteger a su población y su medio ambiente.
Merece la pena mencionar que tenemos un pequeño equipo de expertos en cada uno de los países dedicados a trabajar con nosotros.
¿Tienen un interés especial en el ébola?
El brote de ébola comenzó unos meses después de que arrancase el proyecto y desde entonces, el centro de atención ha cambiado hacia el manejo de desechos biológicos peligrosos*. En visitas de investigación en países del Sub-Sahara en África Oeste, nuestro equipo sólo encontró un incinerador moderno que funcionaba y capaz de eliminar los desechos peligrosos sin contaminación. La mayoría de los países en la región tienen incineradores pequeños o que no son capaces de destruir los desechos peligrosos y esto no es nada bueno.
En la mayoría de los casos este tipo de desechos son enviados a vertederos donde se mezclan con desechos normales y probablemente son filtrados para volver al ecosistema. La Organización Mundial para la Salud recomienda la cremación de las personas que han fallecido debido al ébola y la incineración de todos los materiales de desecho asociados. La cremación no está culturalmente aceptada en el Oeste de África y no existen facilidades. Además, la incineración de desechos a una temperatura lo suficientemente alta para destruirlos no es posible en la mayoría de los países afectados. No soy epidemiólogo, pero claramente, éste parece ser un problema muy serio y puede haber contribuido a la epidemia actual. Nuestro equipo ha trasladado este dilema a la atención del Banco Mundial, el cual está considerando el financiar un incinerador moderno para esos países.
¿Podrías mencionar algunas consecuencias en estos países debidas a los desechos químicos y biológicos peligrosos?
En Senegal, la Bahía de Hann, situada justo al norte de la zona industrial del Puerto de Dakar. Se trata de un pequeño pueblo pesquero. La playa de Hann se convirtió en una bonita zona recreativa cerca del centro de Dakar. Al comienzo del siglo XXI, 71 fábricas emiten vertidos a lo largo de la orilla de Hann dándole a la zona el sobrenombre de “bahía basura«.
En enero de 2009, el gobierno senegalés anuncio la solicitud de un préstamo de 50 millones de Euros a Francia y al Banco Europeo de Investigación para financiar una Oficina Nacional para la descontaminación de Senegal. Con dicho proyecto se sanearía la bahía de Hann. Sería la primera limpieza industrial a gran escala. El plan va a la limpiar la zona y a crear un canal para desviar los vertidos industriales a una nueva planta de tratamiento de residuos.
Tal vez más serio es lo que ocurrió en Costa de Marfil en 2006, un buque registrado en Panamá, el Probo Koala, fletado por una petrolera con sede en los Países Bajos, descargó desechos tóxicos en el puerto de Abidjan. Los desechos fueron vertidos por una empresa local por 12 lugares alrededor de la ciudad de Abidjan en agosto de 2006. Naciones Unidas y el gobierno de Costa de Marfil culpan al gas liberado por estos productos químicos de la muerte de 17 personas y los daños causados a más de 30.000 marfileños con daños que abarcaron desde leves dolores de cabeza a quemaduras graves de piel y pulmones. Casi 100.000 marfileños necesitaron atención médica por los efectos de esos productos químicos.
Nosotros hemos llevado a cabo unas visitas con el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas que tiene como objetivo inspeccionar los restos de esa contaminación y limpiarlos.
La primera fase del proyecto termina al final del año, ¿cuáles deben ser los principales resultados conseguidos en este período?
Al final del año deberemos haber clarificado la idea de cómo se manejan los desechos químicos y biológicos en los países donde estamos trabajando. Esto nos permitirá dirigir las actividades de la segunda fase para conseguir el mejor resultado en cada uno de los países. Tendremos también un nuevo manual de mejores prácticas que proveerán de un concepto básico del conocimiento de la segunda fase.
¿Cuáles son las diferencias entre la primera y la segunda fase?
La primera fase consiste en:
– Misiones de investigación para establecer: a) el punto de partida de cada uno de los países con respecto al manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos; b) un inventario de sus capacidades en el manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos.
– Una revisión de las mejores prácticas en el manejo de desechos químicos y biológicos peligrosos.
Mientras que la segunda fase consiste en cursos de formación nacionales y regionales para aumentar la conciencia pública y reforzar las capacidades de los laboratorios.
Más información sobre el proyecto y su progreso en: www.cbrncoe35.eu
*Vertido contaminante de un barco, utensilios hospitalarios, sábanas, bisturís, agujas, residuos líquidos, etc….
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